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Obra representada a través de un tablet acapara la atención en festival de Edimburgo

Un actor que baña a miembros del público en una tina, es otra de las más llamativas apuestas del Fringe, considerado el mayor encuentro de teatro alternativo del mundo.

14 de Agosto de 2011 | 10:19 | EFE

EDIMBURGO.- Nuevos formatos escénicos que incluyen representaciones a través de tabletas electrónicas, funciones a domicilio, o la experiencia íntima de ser bañado por alguien, acaparan las atenciones en la actual edición del Fringe de Edimburgo, el mayor festival de teatro alternativo del mundo.

Una de las características que marca al encuentro que se realiza en la capital escocesa —que se celebra durante todo el mes de agosto—, es la libertad y la falta de límites a la hora de representar danza, teatro o comedia.

Entre los espectáculos, uno de los que más está dando que hablar en esta edición es "Alma Mater", que invita al público a introducirse de a uno en una habitación blanca, vacía y sin ventanas.

La acción transcurre en ese mismo espacio, aunque no físicamente. Ello porque el espectador recibe una tableta electrónica a través de la cual sigue las fantasías de Wagner, un niño que repasa su día al meterse en la cama.

Durante los 20 minutos que dura la función de la compañía de Glasgow Fish and Game, el único miembro del público que está dentro de la habitación se mueve alrededor de ella según se lo va indicando el protagonista. La arriesgada apuesta ha recibido grandes críticas, y ha logrado desconcertar al público.

En esta línea de teatro íntimo, el artista Adrian Howells presentó en el festival una pieza en la que baña, enjabona, seca y abraza a miembros del público. Titulada "El placer de ser lavado, alimentado y apoyado", la función diseñada para un solo espectador tiene lugar en el baño de una habitación de hotel.

La experiencia, que dura una media hora, no tiene nada de sexual, según el artista y performer escocés que pretende ofrecer unos momentos de lujo: en la bañera hay aceites y pétalos de rosa.

Otra de las tendencias de este año es que algunas compañías han decidido no buscar un lugar para actuar, una de las labores más complicadas de los participantes del Fringe, cuya programación engloba más de 2.500 espectáculos.

La idea es montar la representación donde lo pida el público, generalmente en una casa o un departamento donde se reúne un grupo de amigos.

El festival de teatro alternativo de Edimburgo es una plataforma de nuevas tendencias que más tarde reverberan en los escenarios de todo el mundo, por lo que es considerada una cita indispensable cada verano para cazatalentos y productores.

El origen del Fringe se remonta a 1947, cuando ocho compañías de teatro decidieron acudir y actuar en la capital escocesa, a pesar de no haber sido invitadas y no formar parte del programa oficial del recién inaugurado Festival Internacional de Edimburgo.

El desafío se fue repitiendo año tras año y el número de compañías que se unieron al desafío fue aumentando, hasta que en 1959 se estableció oficialmente —debido al éxito de la propuesta—, el actual festival Fringe.

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