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Santiago: Jueves 18 de abril del 2024 | Actualizado 21:05
MONTREAL.- Este miércoles se estrenará en el Festival de Cine de Montreal la película "Agnus Dei: Cordero de Dios", un documental mexicano que narra el presunto abuso sexual de un sacerdote a un niño durante trece años.
En la cinta dirigida por Alejandra Sánchez, el joven Jesús Romero Colín cuenta cómo el sacerdote de su parroquia, al que quería como a un padre, empezó a pedirle que se quitara la ropa y que durmiera con él, hasta terminar abusando presuntamente del menor durante toda su infancia.
Sánchez, directora también de la aplaudida cinta "Bajo Juárez: La ciudad devorando a sus hijas", se sirve de la historia de este joven para abordar temas tan complejos como el presunto silencio de la Iglesia Católica ante algunos casos de pederastia en su seno, o la moral sexual que se enseña en los seminarios.
La cineasta logra asistir y grabar las clases de moral sexual de uno de esos centros, donde, según un testimonio del documental, "se predica todo lo contrario de lo que ocurre después en la institución".
La cinta pone el foco también en el silencio de algunas familias, un tema del que se habla muy poco pero que en ciertos casos de pederastia-como el que narra el documental- es clave para entender cómo un abuso puede darse durante trece años.
La familia del joven, de profunda fe católica, deja a su hijo menor en custodia del sacerdote de la parroquia para que lo eduque y lo tenga como acólito.
El orgullo de ver a su hijo en el altar cada domingo, les cegará tanto como para impedirles ver y reconocer lo extraño que es que un niño de 11 años duerma en la misma cama que un adulto.
"Lo veía ahí, tan importante", dice la madre del joven en un pasaje del documental; esa admiración materna y la vergüenza fueron las razones que impidieron al menor denunciar que estaban abusando de él.
"En México, si el cura come los domingos en tu casa eres alguien importante, mis padres estaban muy contentos", asegura el joven emocionado en un momento de la cinta.
El suceso que sirve de hilo conductor del documental se conoció en 2007, cuando el joven denunció, alentado por su actual esposa, al sacerdote por los delitos de abuso sexual y violación bajo custodia ocurridos cuando era menor de edad.
El joven, ahora padre de familia, no ha conseguido todavía que la justicia resuelva su caso y el sacerdote sigue oficiando misa en las parroquias de México.
Sí ha podido en cambio preguntarle cara a cara años después por qué lo hizo. El encuentro fue grabado con cámara oculta y es uno de los pasajes más duros del documental, al asegurar el sacerdote que lo que pasó "sólo eran juegos".
