Moralito fue uno de los exponentes más integrales del vallenato: componía, cantaba y ejecutaba el acordeón de manera magistral.
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BOGOTÁ.- El juglar vallenato colombiano Lorenzo Miguel Morales Herrera, más conocido como “Moralito,” murió hoy a los 97 años de edad en la clínica de Valledupar en la que estaba internado desde hacía una semana, según informaron sus familiares.
Una anemia crónica, una neumonía y una crisis renal causaron la muerte del artista, considerado uno de los exponentes más integrales del vallenato, por cuanto componía, cantaba y ejecutaba de manera magistral el acordeón, instrumento básico de este ritmo en la Colombia caribeña.
Además fue un célebre exponente de la piqueria, una suerte de duelo vocal y musical vallenato en el que dos o más artistas se desafían y responden en verso.
Una máquina: 37 hijos
Una de las hijas de “Moralito,” Alix Cecilia Morales, dijo a medios locales que su padre falleció en la habitación de la Clínica Cesar (nombre del departamento del que Valledupar es capital) en la que había sido ingresado el pasado día 19.
Alix, una de las 37 hijos e hijas de “Moralito”, recordó que su padre les había pedido hace pocos días, al admitir la gravedad de su estado de salud, de que no se guardara luto por él y que fuera despedido festivamente. El juglar, recordó ella, le dijo entonces que “le tocáramos palmas, nos vistiéramos de rojo y le lleváramos flores del mismo color”.
"Moralito” creó innumerables piezas, muchas de las cuales se perdieron por no haber sido recogidas por la tradición oral, pero también quedaron otras, como “Amparito,” “La primavera,” “La mala situación” o “La carta”.
Un talento en una figura menuda que recibió el reconocimiento de compositores como el fallecido Rafael Escalona en la canción "Buscando a Morales” o del también desaparecido Emiliano Zuleta Baquero, artista integral como él y conocido como “El viejo Mile,” en la histórica pieza “La gota fría”.
El juglar había nacido el 19 de junio de 1914 en Guacoche, aldea rural de Valledupar, y combinaba su afición con tareas de construcción de casas y carpintería. La ciudad celebra cada año el Festival de la Leyenda Vallenata, que tuvo a “Moralito” como “rey vitalicio".
