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Nuevo libro de Francisco Ortega libera el terror del sur de Chile

"El horror de Berkoff" es la suma de miedos ancestrales, vidas fracturadas, pasados que regresan y mitos que se niegan a morir.

15 de Septiembre de 2011 | 15:05 | Por Alberto Rojas, Emol
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La novela de Ortega ya se puede encontrar en librerías por un valor que bordea los $13.000.

Forja

SANTIAGO.- "Una novela sobre fantasmas, sobrenaturales y morales, que se pueden tocar. Una novela con terror, no de terror". Así define Francisco Ortega —periodista, escritor y editor— su nueva novela: "El horror de Berkoff" (Forja, $13.000). Una historia profunda y personal ambientada en Salisbury, una pequeña ciudad ficticia del sur de Chile a la que Martín Martinic, un actor de televisión que ha conocido tiempos mejores, regresa después de muchos años. ¿El motivo? Asistir al funeral de su mejor amigo, episodio que revivirá antiguas amistades y emociones. Pero también pesadillas que se creían olvidadas.

Para Ortega, cuya novela gráfica "1899" ya va en su segunda edición, "El horror de Berkoff" representa un proyecto que lo ha acompañado por largo tiempo. "Del 2005 al 2006 como guión de cine, lo dejé tirado un tiempo, se retomó el 2009 y escribí hasta el 2010, que es cuando tuve la versión final", afirma.

-¿Qué te inspiró a escribir una historia como "El horror de Berkoff"?
-Varias cosas. La novela partió como guión de cine, se llamaba "Victoria" y era un relato fantástico ambientado en mi pueblo natal de Victoria. Lo inspiró mi pasado evangélico, cuentos de gente de la zona, varias historias de casas donde penaban, la idea de niños jugando a cazar fantasmas, Stephen King pasado por el colador de José Donoso. Y cuando una vez vi, muy temprano, a un tipo con una bolsa de papel en la cabeza (caminando por la calle, en pleno Providencia) e imaginé que era un niño monstruo.

-Entonces, ¿este libro era una deuda pendiente con tu pasado?
-Absolutamente. Creo que cierra un ciclo. De alguna forma muy directa es la segunda parte de "60 kilómetros", mi primera novela. Estos son algo así como "600 Kilómetros". Creo que "Berkoff" junto con "60 Km" son lo más personal que he escrito, lejos las historias con más detalles biográficos.

-¿Cuál fue el mayor desafío que enfrentaste al momento de sentarte a escribirlo?
-Lo más heavy fue cortar. Quedó harto material fuera. El inicio era en Santiago. Una historia larga de un crimen en Salisbury, historias de vecinos, etc. Al principio me preocupé de que diera miedo, finalmente opté por que, más que una novela de terror, fuera una novela con terror, donde está el elemento sobrenatural, pero lo más horroroso son las vidas de los personajes. Lo otro complejo fue la estructura del libro. En "Berkoff" hay dos novelas con el mismo nombre. La que escribí yo y la que escribe el personaje de Percival Guidotti. Ambas se comunican y dialogan, la idea era que sólo al final el lector se percatara de la cohabitación de estos dos relatos y creo que se consiguió. Desde mi perspectiva sí.

-A tu juicio, ¿Chile es un buen marco geográfico e histórico para desarrollar historias de terror?
-Absolutamente. Sobre todo el sur. La descripción de Salisbury corresponde al 90% de los pueblos repartidos tras la línea del río Biobío.

-No es la primera vez que te aventuras en el ámbito del terror. Hay dos cuentos tuyos, publicados en antologías recientes, que son ejemplo de ello: "Santa Graciela", protagonizado por vampiros imbatibles, y "Setenta y siete", acerca de un ejército de zombies. ¿Qué te fascinó de esas historias?
-Que el terror me da miedo, que soy miedoso, que no puedo ver películas de terror solo porque no puedo dormir. Eso por un lado y, por otro, y más importante, que escribir terror es exorcizar miedos y con eso puedes escribir de cualquier cosa. El terror es un buen disfraz para miedos más reales.

-¿Y cuáles serían las claves de una buena historia de terror?
-Que todo esté dentro del marco de lo posible, lo cotidiano; lo normal es clave en el terror. Más que el monstruo importan las cocinas, las conversaciones de amigos, los padres y los hijos. La gente debe ser enferma de normal, pero tener un lado B, que en las restas es tan terrible como lo sobrenatural.

-Por último, ¿cuáles son los próximos pasos literarios de Francisco Ortega?
-La novela gráfica "Mocha Dick", que debiera salir el 2012, con arte de Gonzalo Martínez. Era Norma, pero ahora parece que nos cambiamos de editorial. No hay nada concreto, pero sí mucho interés, más del imaginado. Es como tener a la niña bonita de la fiesta. Después de eso, espero poder terminar "La Cuarta Carabela", que es una larga y ambiciosa novela de misterio, onda thriller histórico, que gira alrededor de la Logia Lautaro y que transcurre entre 1841 y 2011.

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