Jorge Drexler: "Chile es un misterio que me encanta"

SANTIAGO.- Faltan un día para el show que dará este miércoles 12 de octubre en el Teatro Caupolicán, y el cantante y autor uruguayo Jorge Drexler hace memoria para recordar que está en un café en la misma galería de la capital donde tocó en su primera visita a Chile.

-Al fondo de este corredor, donde hay un restaurant vegetariano, fue mi primer concierto en Santiago, hace unos diez años -rememora en una reunión con la prensa local-. Y cuando entré hoy me emocioné mucho. No me acordaba de que era tan bajito el techo donde toqué.

El contraste es de proporciones. Hoy Drexler volverá a tocar en el coliseo santiaguino con capacidad para seis mil personas donde en septiembre del año pasado estrenó para el público chileno el espectáculo de su más reciente disco a la fecha, Amar la trama (2010), con dos conciertos.

-Volver a hacer un tercer Caupolicán en un año es algo que no estaba ni en mi sueños más optimistas en ese momento -dice-. Me tratan muy bien aquí, me siento muy querido. La sensación que tengo de Uruguay es que soy de ahí y estado ahí toda la vida; con Argentina somos vecinos y es un lugar donde también he ido mucho desde chico. Aquí es algo que me ha tomado por sorpresa. Es otro tipo de proximidad que no es la inmediatez geográfica, sino emocional, y todavía no termino de explicarme bien a qué nivel se tienen esos puentes. Chile es un misterio que me encanta.

Para su regreso el cantante retomó un itinerario que ya había dado por clausurado, explica. "Antes que nada, esto que va a pasar mañana (hoy) no tendría que haber sucedido. La gira ya estaba terminada, hace seis meses nos habíamos despedido con grandes festividades, hicimos como cuatro despedidas, una en Colombia, otra en México, otra en España, porque siempre salen fechas nuevas. Pero nos empezaron a llegar noticias de que podíamos volver, y de hecho está vendido el teatro".

Esta vez viene con nuevo repertortorio y un guitarrista extra en su banda. "Somos nueve arriba del escenario: una exageración. Nunca tuve una banda tan grande. Hace un ruido enorme. Cuando vi que volvíamos, a mí no me gusta nada repetir, entonces junté a todos los músicos y cambiamos el repertorio. Tiene muchas cosas en común (con la gira de 2010) porque hay cosas que tenemos muchas ganas de tocar, pero la mitad del repertorio que elegimos es nuevo y con arreglos nuevos".

Otra novedad son los invitados de hoy: el cantante chileno Javier Barría va a abrir el concierto y luego la cantante y rapera Ana Tijoux, que en los próximos días se dispone a lanzar su nuevo disco, La bala, va a subir como invitada en la actuación de Drexler. "Soy un gran admirador de la música de Javier, y en la gira anterior llevábamos música de Javier Barría de apertura, y en todos lados la gente preguntaba quién es", dice el anfitrión.

Si en la visita anterior Jorge Drexler vino en el año del terremoto de febrero de 2010, con motivo del cual escribió un poema en décimas dedicado a Chile, esta vez el regreso es en medio de un movimiento estudiantil que también ha trascendido a escala internacional.

-Chile tiene siempre un contexto agitado, al menos en los últimos años en que estoy viniendo. Se ve que la intensidad acompaña la historia del país, hay algo en el temperamento con esa propensión a la intensidad. Yo me alegro mucho de que haya gente peleando por una educación pública de calidad. Me parece importantísimo, una herramienta de democratización de sociedad. Yo me crié once años en dictadura en Uruguay y soy un amante de la educación pública y del diálogo democrático; hay que saber dialogar con gente que piensa políticamente distinto.

Al respecto Drexler también se muestra al tanto de las noticias. "Sin conocer los pormenores, porque aparte hace una semana que llevo en viaje y no estoy leyendo la prensa, creo que el diálogo se ha detenido, pero también me alegro de la metodología de reivindicación. Ha sido una manifestación hasta lúdica, según tengo entendido, que se ha ido de las manos en algún momento pero que dentro del control de los estudiantes ha sido pacífica. La no violencia me parece esencial, y de ambos lados: cuando pasó algo tan trágico como la muerte de este niño de dieciséis años (el joven Manuel Gutiérrez, asesinado por un disparo del sargento de Carabineros Miguel Millacura durante las protestas del pasado 26 de agosto en Santiago). Yo tengo un hijo de catorce años y lo ve uno en la distancia".

Drexler también hace una conexión con las manifestaciones registradas este año en España, en Barcelona o Madrid, en la Puerta del Sol. "En enero me acerqué a Sol, después de un concierto con Kiko Veneno, y lo que más me impresionó es algo que se suele descuidar mucho, que es la forma. Para mí tanto en música como en política, en activismo social, la forma y el contenido van por igual. Me impresionó todo el carácter de integración con el barrio. Si el movimiento estudiantil puede mantener esa no violencia va a ganar muchísimo apoyo a nivel internacional".