Lucho Arenas, el hombre que blanqueó a Los Atletas de la Risa, cuenta las claves del éxito

VIÑA DEL MAR.- En las horas previas a su actuación de anoche en el Festival de Viña del Mar, Pato, Chino y Guatón, Los Atletas de la Risa, no perdieron oportunidad para agradecer a Lucho Arenas Jr., a quien elevaron prácticamente a la categoría de mentor.

Pero aunque el trío capitalino se ha hecho a pulso y en la calle, a lo largo de dos décadas de trabajo, lo cierto es que el hijo del histórico integrante de Los Caporales fue un nombre clave en el hito de anoche en el certamen, por la vía de adaptar la esencia del grupo a un espectáculo factible de exhibir en televisión.

"Estuvimos depurando algunas cositas, acortando ideas, estructurando de otra forma, de manera de que no perdieran la esencia, pero que sí pudieran estar en televisión y que la cosa fuera más familiar", cuenta el también humorista.

Arenas aportó al trío con asesoría y con libretos propios, en una sociedad que comenzó después del paso de Los Atletas por Dichato, cuando ya era un hecho que el próximo paso sí o sí sería Viña del Mar.

El trabajo no fue difícil, pero sí sostenido. "Muchas cosas del léxico de la calle no se pueden decir en televisión. Esas cosas había que sacarlas de raíz, pero cuando están muy arraigadas cuesta que las puedas asimilar. Eso fue el trabajo reiterativo de ensayo, de actuaciones y de seguir puliendo y puliendo hasta llegar a anoche, que estuvieron muy blancos para lo que se acostumbra a ver", analiza.

-¿Siempre haces este tipo de trabajo?
-En Mega trabajo en "Coliseo Romano", y ahí tenemos la costumbre de buscar y pulir los talentos de muchachos que vienen de la calle, y que hay que convertirlos en humoristas profesionales. Hay una práctica que se adquiere en ese sentido, de depurarlos.

-¿Cómo te sientes como humorista? ¿Crees que, a través de Los Atletas, estás logrando algo que no has podido hacer con tu propio show?
-No podría hacer este trabajo de forma tan honesta si sintiera algún tipo de envidia o recelo. A mí Viña no me quita el sueño, si algún día llega el momento en que yo me pare ahí, llegará, pero si no yo ya he estado varias veces detrás del escenario acompañando a otros humoristas: A Gloria Benavides, a Los Indolatinos... Yo ya sé lo que significa Viña, y eso me permite transmitir la experiencia a otros colegas que se paran por primera vez en este escenario.

-¿Cómo te sentiste en lo personal con lo ocurrido anoche?
-Feliz, los cabros son muy humildes, súper talentosos, y se siente el cariño de la gente en la calle, por donde andan la gente los respeta y los quiere, así es que tenía una confianza y una seguridad tremendas. Sabía que la gente los iba a recibir muy bien.