Directora de Teatro a Mil pide una "política coherente" para un mejor desarrollo cultural

SANTIAGO.- Carmen Romero, directora ejecutiva de la Fundación Teatro a Mil, señaló en que en Chile urge y se hace necesaria una "política cultural coherente" para garantizar un buen desarrollo y acceso a la cultura, y particularmente del teatro, en alusión al inminente cierre del Teatro del Puente.

En una carta publicada ayer en el sitio de la fundación, Romero, en primera instancia, alabó la labor del programa estatal Centros Culturales 2007 - 2014, el que permitió la construcción de 51 espacios culturales en distintas comunas.

Sin embargo, tildó de "paradójica" la situación que viven lugares como el emplazado sobre el río Mapocho, o el Teatro de La Palabra, éste último que "apenas puede operar debido a las trabas burocráticas que el municipio le impone", indica el texto.

En la misiva, Romero enfatiza en que la situación vivida por estos lugares "nos afecta a todos. Al público, que pierde necesarios espacios de comunidad en un país dominado por la desigualdad y el desencuentro. A los artistas, que pierden posibilidades para crear y mostrar lo creado. A la ciudad, que pierde la oportunidad de sostener un polo de desarrollo artístico cultural en un espacio".

"La cultura es una herramienta de desarrollo humano y de integración social, y estamos seguros de que, al igual que la educación, debe ser garantizada. No puede abandonarse a la suerte del mercado y la voluntad empresarial", añade.

¿La solución? Según Romero, una política cultural donde "las iniciativas dialoguen entre sí (...) Los concursos, las asignaciones, las donaciones, todo debe estar bajo el techo de una política cultural sistémica, una política que no levante enormes elefantes blancos mientras permite la muerte de pequeños emblemas de nuestra historia cultural", puntualiza.

La directora de Teatro a Mil añade que es "lamentable tener que llegar a casos extremos como el cierre de espacios culturales para hacer alertar sobre la urgencia de una reforma profunda a lo que tenemos entre las manos".

Además, Romero señala que el correcto acceso a la cultura, y particularmente al teatro, es una tarea de la que debe hacerse cargo la sociedad en su conjunto, con todos sus actores.

"Todos estamos en deuda con el debate sobre cómo construir una nueva política cultural nacional", dice. "No sólo los que trabajamos directamente en ella, sino también los directores de colegios, los estudiantes, los alcaldes, los empresarios, los actores sociales, los editores de medios de comunicación".