El derrumbe del sistema imperante será un tópico recurrente en la muestra de Víctor Mahana.
MNBASANTIAGO.- Un viaje místico y una crítica al sistema imperante es lo que esconde la exposición "Cuando desperté no había nadie", del artista nacional Víctor Mahana, la que llegará al museo de Bellas Artes el 12 de julio próximo.
La muestra consta de 13 pinturas, y estará disponible al público hasta el 14 de septiembre. El artista concibió la exposición durante dos años, periodo de preparación en el que realizó un estudio y una investigación conceptual y visual para su desarrollo.
Con la exposición, llena de colores y simbolismos, el artista promete llevar a los espectadores "hacia nuevos mundos, como portales que nos llevan hacia el otro lado del espejo. Es una intención de materializar lo invisible, lo que define primordialmente el acto de pintar".
Las obras hacen alusiones a lugares comunes y arquetípicos, como el bosque, la montaña o el muro. Sin embargo, en ellos se esconde una crítica político social, con guiños a situaciones como el dilema de la vida y la muerte, o el choque entre la naturaleza y la industria. Además, hay un rememoramiento a situaciones en concreto, como la erupción del cordón del Caulle, la situación vivida en Gaza, Palestina, o las consecuencias del terremoto de febrero de 2010.
De hecho, este último desastre natural tiene un rol clave en la exposición; el derrumbe del modelo es uno de los temas transversales de la muestra, proceso que el autor descubre en la situación de la desigualdad, en la crisis medioambiental, en el cambio climático y en hechos como la caída de las torres gemelas. Para el artista, el terremoto evidenció las fisuras del sistema neoliberal.