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Jorge Edwards recuerda a Gabriel García Márquez: "Le tengo afecto a pesar de todas las diferencias"

El escritor chileno lamentó desde España la muerte del Nobel de Literatura, a quien describió como "un escritor de una fama universal" y "un gran apasionado de la literatura". El ex embajador también habló de las discusiones que tenían en torno a la política y la libertad.

17 de Abril de 2014 | 21:16 | Emol
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Gabriel García Márquez, Jorge Edwards, Mario Vargas Llosa y José Donoso, cuatro de los autores del ''Boom Latinoamericano''.

Archivo Pilar Donoso
SANTIAGO.- "No voy a resumir nada, porque no se puede". Con esas palabras el escritor Jorge Edwards lamentó desde España la muerte de Gabriel García Márquez, uno de los escritores más influyentes de la literatura latinoamericanas que falleció esta tarde en Ciudad de México.

En conversación con CNN Chile, el destacado autor nacional —último escritor vivo del Boom Latinoamericano junto a Mario Vargas Llosa— recordó a su colega colombiano, con quien tuvo "una relación muy amistosa", pero con grandes diferencias de por medio.

"Tuvimos ciertas diferencias en la visión de la política y democracia con Gabriel García Márquez, pero teníamos  una relación muy amistosa. Por ejemplo, cada vez que nos encontrábamos en un lugar, en alguna ciudad, almorzábamos juntos y conversábamos muy libremente", aseguró.

"Tengo pena, porque le tengo afecto a pesar de todas las diferencias. Creo que fue un gran escritor y me dan ganas de releerlo. Voy a comenzar por 'El amor en los tiempos del cólera', porque la historia del amor es una gran especialidad de él", agregó.

"La última vez que lo vi fue en el Café de la Ópera en México. Almorzamos juntos y todos le pedían autógrafos, y por supuesto, nadie sabía quién era yo. Pero de repente se acercaron dos señoras que eran profesoras de literatura y que me conocían a mí y se me acercaron a mí. Yo me reía y le decía: 'Éstas son las únicas que saben de literatura en todo el café, porque los demás te reconocen a ti, como reconocerían a Pelé o a Marilyn Monroe", recordó entre risas, descartando cualquier tipo de rivalidad que pudiera haber entre ambos.

"Él era un escritor de  una fama universal y yo soy un escritor muy secreto, otro tipo de escritor. Nos queríamos y teníamos un afecto natural. Teníamos una cosa en común: nos gustaba mucho la música. La escuchábamos por jornadas, las que quedarán para un capítulo de mis memorias", aseguró.

A pesar de su amistad, Edwards asegura que sólo había un tema en el que siempre discutían, según confesó, se trataba del tema de la libertad, ya que tenían diferentes conceptos de ésta.

"El sentido de la libertad era donde discutíamos, porque el adoraba a Fidel Castro y yo le decía que ahí no existe ninguna sombra de libertad. Yo lo experimenté directamente. Eso era nuestro gran desacuerdo. Pero él tenía una  libertad en el lenguaje. Escribía con una enorme soltura, sobre todo que sus temas, que eran siempre la fantasía, la selva, el trópico, las mujeres, las mulatas y las cumbias", señaló.

Sobre las obras de Gabo, Edwards aseguró que las primeras novelas cortas que escribió el colombiano son las que más admira, como "La hojarasca" y "El coronel no tiene quien le escriba".

"Encontré que García Márquez introducía en una literatura narrativa un poco áspera, muy rural y un poco simple, como era la literatura latinoamericana anterior. Él introducía a la fantasía, a la capacidad de fabulación. Creo que eso es lo que le venía primero de su mundo, que era muy especial, el mundo de Aracataca, el cual transformó después en Macondo, un pueblito al interior de Colombia", explicó.

"Una vez lo vi llevar a sus amigos de Aracataca a su casa en Barcelona, y contaban historias que me hacían pensar que Gabriel García Márquez no tenía tanta imaginación, porque las historias que contaban estos tipos eran historias que están en 'Cien años de soledad'. Eran todas historias muy fantásticas, divertidas, un personaje literario. No fue una persona especialmente libresca o intelectual, era un personaje de la literatura", recordó.

Sin embargo, lo que más le llamó la atención de las obras del colombiano "fue la concepción del amor" y el mundo de la naturaleza que describía, algo que a su juicio es algo que tiene en común con Pablo Neruda.

"En eso se parecían mucho. Además, Neruda era un gran admirador de 'Cien años de soledad', eso que no leía novelas nunca y siempre me decía que lo admiraba mucho", aseguró.

Según Edwards, las principales influencias del Nobel de Literatura eran básicamente los norteamericanos William Faulkner y Truman Capote, en especial éste último. "Él mismo me dijo una vez que su estilo muy imaginativo, tipo barroco y muy adornado, tenía mucho que ver con Capote, cosa que me asombró, pero que después me pareció lógica. Creo que tenía algo que ver con 'Las mil y una noche', un gran clásico que a veces la gente olvida. Tenía que ver con escritores del norte de Europa, que son de fantasía pura", aseguró.

"Era un gran personaje de la literatura, un gran apasionado de la literatura. De niño fue escritor, eso lo contaba siempre. Escribió desde casi que tuvo uso de razón y transformó la literatura latinoamericana y la literatura de la lengua española, que es bastante decir", agregó.
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