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Los secretos detrás del piscinazo de la reina de Viña: Preparación duró más de ocho horas

Cerca de 500 cristales fueron pegados al cuerpo de Jhendelyn Núñez con un adhesivo traído desde Estados Unidos, aunque el punto más extremo fueron las más de cinco horas en que la modelo no se pudo sentar. Terminó destruida.

27 de Febrero de 2015 | 17:32 | Por Karen Cordovez, enviada especial a Viña del Mar

Revive el sensual y "brillante" piscinazo de Jhendelyn Núñez

VIÑA DEL MAR.- "Empezamos cerca de las 4:00 de la mañana y estuvimos trabajando hasta pasado las 9:00. Después sólo dimos algunos retoques, justo antes de que saliera a la piscina", cuenta el tatuador Marlon Parra, responsable del llamativo look que lució hoy Jhendelyn Núñez al momento de cumplir con el tradicional piscinazo de la reina del Festival.

La modelo, quien se lanzó al agua sólo cubierta con cristales, se puso de madrugada en manos del artista conocido por tatuar a los futbolistas de "La Roja" y, según comenta, colaboró activamente en el diseño que se realizó sobre su cuerpo.

"Primero hicimos una pierna y no me gustó mucho como quedó, así que le dije a Marlon más o menos lo que quería y él se lució, como el gran artista que es", dice Núñez con la alegría de la misión cumplida.

Parra comenzó a preparar lo que se vio hoy en el Hotel O'Higgins hace tres semanas junto a la ex notera del Mundial y Francisco Saavedra. "Vimos con tiempo qué íbamos a ocupar y analizamos todos los detalles", revela a Emol, destacando que en el proceso "me preocupe siempre de resguardar las partes importantes, pero traté de que no se viera forzado ni muy localizado".

De acuerdo con Saavedra, el tatuador ocupó en su diseño "unas 500 piezas que fueron pegadas sobre el cuerpo de Jhendelyn con un pegamento especial de la marca Kryolan, que se usa mucho en el teatro".

En las más de seis horas de trabajo, Marlon Parra se esforzó para que la modelo "siempre se sintiera muy cómoda y aportara con sus comentarios respecto de dónde creía que faltaban o sobraban cristales" sobre su piel.

Claro que eso de sentirse "cómoda" es sólo relativo, ya que una vez lista la representante de Canal 13 debió esperar casi dos horas para cumplir con el rito que se inició en 2001 con la uruguaya Natalia Oreiro, y durante todo ese rato debió permanecer de pie para evitar que se salieran los cristales.

"Ahí comenzó el dolor de espalda y eso, sumado al cansancio natural, hicieron muy difícil que Jhendelyn pudiera resistir hasta la hora del piscinazo", confiesa Saavedra, añadiendo que la mantuvieron con energía a base de un menú de plátanos, chocolates y un poco de mate.

Una vez que la rancagüina realizó su piscinazo, permaneció sólo 1 minuto con 15 segundos al interior del agua. ¿La razón? Había que prevenir cualquier tipo de accidente en su look.

"Podría haber durado un tiempo más al interior de la piscina, pero preferimos cuidarla y por eso, apenas vi que algunos cristales se estaban comenzando a salir, la retiré del lugar", dice el animador de "Lugares que hablan".

La joven, por su parte, agrega que en cuanto arribó a su habitación en el Hotel O'Higgins se empezó a retirar todas las piezas puestas sobre su cuerpo. "Es que me dolía muchísimo la espalda porque estuve demasiadas horas de pie", confiesa, para luego reconocer que "me preocupaba que algunas se pudieran salir" durante el piscinazo.

Eso sí, revela que la más preocupada con el tema era su madre. "Me pidió que me cuidara y yo le dije que estuviera tranquila, porque confiaba en el trabajo de mi equipo", comenta, para luego añadir que "lo primero que hice cuando volví a la pieza es preguntarle qué le había parecido, y ella me dijo 'Jhendelyn, por fin pude respirar' ".

A la hora de las evaluaciones, la ex reina de la "Vedetón" dijo estar muy satisfecha con todo lo realizado y afirmó que "siento que culminamos todo esto de la mejor manera".

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