Llega a las librerías Elric de Melniboné, el emperador que se transformó en mercenario

SANTIAGO.- Edgar Rice Burroughs le dio vida a personajes como Tarzán y John Carter. Robert E. Howard creó a Conan el Bárbaro. J.K. Rowling a Harry Potter. Emilio Salgari a Sandokán. Y el escritor británico Michael Moorcock no se quedó atrás con su hijo pródigo: Elric de Melniboné. Uno de los personajes más atractivos de la literatura fantástica británica, y cuyos ocho títulos están siendo reeditados por el sello Edhasa / Océano en el orden cronológico de la saga (los tres primeros estarán disponibles en la 22ª. Feria Infantil y Juvenil que comienza este miércoles).

Toda historia épica tiene a su héroe, sin importar su género o edad. Un protagonista extraordinario, que cuenta con el temple necesario para enfrentar los más inimaginables peligros, puede coronar con éxito las aventuras más arriesgadas y es capaz de los máximos sacrificios. La creación de Moorcock tiene todo eso y más, incluyendo "un lado B".

Elric es el emperador de Melniboné, una poderosa isla que a lo largo de los siglos ha dominado el mundo. Pero su poder ha ido disminuyendo y ahora sus habitantes -orgullosos y decadentes- pasan la mayor parte de su tiempo en la capital del imperio, Imrryr, recordando glorias pasadas. Y Elric, casi como un reflejo de su propia raza (porque los melnibonenses no son humanos), es un albino frágil y enfermizo que requiere constantemente de pócimas y conjuros para poder vivir.

Elric está enamorado de su prima Cymoril, a quien sueña desposar a futuro. Pero sobre él pesa la sombra amenazante de su primo, el príncipe Yyrkoon, que a diferencia de él es un guerrero nato, ambicioso y que está empeñado en devolverle la gloria a Melniboné a cualquier precio, precisamente cuando los reinos humanos comienzan a aventurarse en los mares que antes eran monopolio de Melniboné.

La creación de Michael Moorcock (1939) tiene aspectos que inevitablemente recuerdan a Conan o Simbad, pero Elric también es un personaje marcado por la tragedia, al igual que Hamlet y Macbeth, y es precisamente eso lo que lo convierte en un héroe diferente. Porque la confrontación con su primo llevará al imperio directo a la tragedia, y a él a dejar el trono para convertirse en un mercenario errante, dueño de la espada Tormentosa (gemela de la Enlutada), que tiene la facultad de alimentarse de las almas de amigos y enemigos.

En todo caso Elric, si bien es la creación más conocida de Moorcock, no es la única. Porque este autor de ciencia ficción y fantasía es responsable del "campeón eterno", un héroe condenado por múltiples aspectos más allá de su control, y que se encarna en un conjunto de realidades paralelas que se pueden interconectar, llamado Multiverso.

Por eso guerreros como Corum, Erekosë o Dorian Hawkmoon son tan semejantes al propio Elric, ya que en el fondo son el mismo tipo de héroe, el mismo "campeón eterno", pero que viven sus aventuras en tierras separadas.