Expertos y la suplantación de niñas en Beijing: "La gente acepta el engaño"

SANTIAGO.- La voz sublime de la pequeña Yang Peiyi no fue suficiente para que cantara en la apertura de los Juegos Olímpicos de Beijing. Hoy se supo que por su carita regordete y dientes desalineados, fue desplazada por otra niña, que sólo prestó su rostro simétrico en el “Nido de Pájaros” mientras doblaba “Oda a la madre patria”... con la entonación de Peiyi. 

Y no fue el único truco: algunos fuegos artificiales no se produjeron en directo, estaban pregrabados o se animaron digitalmente, todo con la dirección magistral del cineasta Zhang Yimou (“La casa de las dagas voladoras”, “Héroe”), contratado especialmente para mostrar un espectáculo al mundo acorde con la imagen que quería proyectar China de superpotencia económica, cultural y política.

Las filtraciones han causado la indignación más que el apoyo de miles de bloggeros y de la prensa mundial. Manipulación, mentira y persuasión política, son algunos de los calificativos. Los expertos en Chile tampoco se escapan al debate.

Mentiras verdaderas

Cuando el Jefe de Carrera de Cine y Televisión de la Universidad de Chile, Carlos Saavedra, escucha la historia del cambio de niña, se le escapa una pequeña risa. Pero luego, serio, agrega: “(Hay que ver) La inauguración como un show televisivo y dentro de ese concepto, la televisión se ha permitido licencias bastante más amplias que hace unas décadas atrás (...) La manipulación en términos de efectos televisivos es tan antigua como la televisión misma”.

En ese contexto, opina que la TV se autoimpone el derecho de manipulación. “Y en ese sentido la estética siempre es que la que define el criterio para cualquier transmisión televisiva”, agrega Saavedra en relación a la suplantación de la pequeña Yang Peiyi. “Todos sabemos los tipos de estereotipos de animadores (que se usan en los programas). No es nada extraño y ya lo damos por hecho”.

Sin embargo, considera que por lo que se aspira de un evento de inauguración como los Juegos, es terrible darse cuenta de que esa niña no es quien canta. “La televisión ha llegado al extremo máximo de negar propiamente el derecho incluso de autor, el derecho de que alguien sea conocido por lo que hace”, señala. “Y esa niña finalmente está siendo absolutamente discriminada”.

Viejas pácticas

Claro que puntualiza que lo que ocurrió en Beijing no es nada nuevo, recordando el debate que se generó en Barcelona 92, cuando un atleta paralítico disparó una flecha que nunca llegó a la Antorcha Olímpica, pero que igual terminó encendida. “En el momento en que China decide que el director de la inauguración fuera un cineasta, todos lo que vimos, de alguna manera, era actuación, pese a que estuvieran presentes los elementos culturales y milenarios de China”.

Cristián Aguilar, el gerente de desarrollo de Chilefilms y encargado de los efectos especiales de "Chile Puede", no se sorprende por lo ocurrido en Beijing. “Por la magnitud del evento era esperable que se hicieran una obertura a full de las posibilidades. Es super interesante la combinación de diferentes técnicas audiovisuales, entre ellas una tan simple como el doblaje”.

Y agrega: “Se ocupan diferentes técnicas para que el público tenga una percepción guiada y para eso ocupas trucos. Y si el público encuentra que el espectáculo es fantástico y es mágico, el objetivo está cumplido”.

Por ello no crítica el intercambio de niñas. “Un espectáculo tiende a mostrar lo más bello posible. En el caso de la niñita, tú mostraste una voz maravillosa, con una voz super linda. Desgraciadamente la propiedad de ninguna de las dos cosas pertenecía a una sola persona. Pero si te vas más al límite, puedes decir, bueno, Superman no vuela. Pero el que hace el espectáculo tiene que hacer sentir a la gente que sí vuela. Si no hubiera sido en directo, de seguro se hubieran borrado los cables del tipo que corría por el estadio para prender la antorcha...”.

"Saber todos los trucos, es fome"

Aguilar concluye que no es correcto entonces decir que a uno lo manipularon: “Si te manipulan todos los día en ese sentido, hasta en las noticias las ves editadas. Allí es evidente una manipulación para cumplir un objetivo. Pero es una discusión técnica. Finalmente, el público tiene que decidir si es que el espectáculo le pareció realmente bueno o no. Y si alguien se frustra porque siente que las cosas que vio no son cien por ciento reales, entonces qué lo es. Hasta en las películas religiosas se usan elementos de efectos. Ese no es el tema”.

El tema para él es que el público acepta el engaño. “En un espectáculo de magia, si supieras todos los trucos, sería refome. En un show tiene que haber magia y emoción y todos sabemos que la magia real no existe”.

Óscar Saavedra, de la Universidad de Chile, cooncuerda en que las personas aceptan este código televisivo. "En la televisión uno asume estos códigos, como los efectos o que impongan figuras más estéticas para la pantalla. El primer impacto de la apertura en Beijing no se va a borrar fácilmente, salvo que la gente tenga una lectura de segundo nivel y luego de saber que no todo fue como lo mostraron. Pero en el mundo de las audiencias, esa gente es la menos y por eso tenemos la televisión que tenemos".