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Borges y Kafka se unen en nueva edición ilustrada tipográficamente

Publicado por la editorial española Nórdica, “Kafka Borges” es un objeto libro, un raro ejemplar artístico y experimental, ilustrado por la argentina Verónica Moretta.

24 de Octubre de 2010 | 09:59 | EFE
MADRID.- Borges fue uno de los grandes admiradores de Kafka y uno de los principales difusores de su obra en castellano. Ahora estos dos grandes de la literatura universal han quedado unidos gracias a un libro ilustrado tipográficamente que incluye “La metamorfosis” y tres textos del autor de “El aleph”.

Publicado por la editorial española Nórdica, “Kafka Borges” es un objeto libro, un raro ejemplar artístico y experimental, ilustrado por la argentina Verónica Moretta y que encierra, además de “La metamorfosis,” “La casa de Asterión,” “Un sueño"y “El laberinto,” de Borges.

El resultado de esta edición, limitada de 999 ejemplares, es un sueño laberíntico que invita al lector a perderse por el mundo de las letras, como objeto de arte, y por el universo imaginario de estos dos escritores que forman parte del canon de la literatura de todos los tiempos.

La diseñadora Verónica Moretta explica que la idea de ilustrar de manera poco convencional a estos dos autores juntos se le ocurrió por semejanzas, porque Borges había traducido en 1938 “La metamorfosis” de Kafka, en 1938, y en numerosas ocasiones mostró su admiración por el autor checo.

"Además -dice- temas como el laberinto, los espejos, el yo y el otro, los sueños, lo insólito, lo absurdo o las sorpresas son compartidos por los dos. Por eso los veo juntos.”
Con una ilustración cercana a la corriente de vanguardia denominada “el letrismo,” el libro es un objeto y un canto a la letra y a lo visual.

"El letrismo, a través de Isidore Isou, reveló el fin de la poesía de las palabras llegando a la poética de las letras y de los signos, y ese concepto me ha influido mucho en mi trabajo,” añade la ilustradora.

En blanco y negro, el volumen se abre con un juego sobre el laberinto de Borges y de ahí en adelante los signos y las letras de todo tipo y forma, solas y acompañando a los textos, van formando toda una propuesta artística donde éstas sustituyen a las imágenes.

"Cada relato ha sido respetado en su totalidad. Cada palabra, cada signo de puntuación, están ubicados siguiendo fielmente el escrito original. Como ejemplo, ’El laberinto’, de Borges; vemos cómo el autor va construyendo oración tras oración repitiendo exactamente las palabras de la primera en la segunda, y así sucesivamente hasta el final”.

"La idea es -argumenta la diseñadora- troquelar el papel y así obtener la palabra de manera repetida aunque esté impresa una única vez. A medida que se lee la obra, se avanza a través de páginas caladas que representan visualmente un laberinto. Es probable que el lector esté obligado a retroceder y avanzar para poder comprender”.

Este juego establece una complicidad que hace inevitable la sensación de estar encerrados en un laberinto. Otro ejemplo que destaca Moretta está en “La metamorfosis” de Kafka, donde en la palabra “bastón” el asta de la letra N ha sufrido una modificación, que permite visualizar al lector un bastón, sin perder la posibilidad de leer esa palabra.
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