Francisca Valenzuela vuelve con un disco "más lúdico, más atrevido y menos serio"

SANTIAGO.- "Qué viene ahora". Ésa fue la pregunta que en diversas formas masticó la cantante chilena Francisca Valenzuela, durante los últimos cuatro años, tras la edición del disco Muérdete la lengua (2007).

"Qué viene ahora". Una duda llamativa para quien en tiempo récord, y apenas bordeando los 20 años, ubicó diversos temas entre los más escuchados de las radios, y se transformó en un nombre no sólo popular, sino también respetado en la escena musical local.

Tal vez lo más sencillo, entonces, habría sido aprovechar ese vuelo y continuar la línea fresca y jovial del debut para un siguiente trabajo, pero en Valenzuela la respuesta a la pregunta fue otra. "Sabía que quería un disco que, musical y temáticamente, fuera un poco más allá del anterior. Si bien el primer disco es parte de mí y ha sido fundamental, lo veo como un primer paso", dice.

Con esa lectura abrió el proceso que culminó hace pocos días, cuando la segunda producción de la cantautora de 23 años llegó a las tiendas, bajo el título Buen soldado. El álbum ya suena de la mano del single "Quiero verte más", y Valenzuela lo define como "más lúdico, más atrevido, menos serio. Hay canciones con sintes, bailables, más cómicas, que parecen una apuesta, pero en verdad son un paso natural, y chiquitito, con respecto al disco anterior".

El trabajo refleja la experiencia ganada por la intérprete de "Dulce" en estos cuatro años, tras editar su debut discográfico siendo aún una sub-20. "Fueron años de estar explorando, tocando, conociendo qué significa ser músico profesional en Chile y afuera. Fue mucho tiempo de estar viajando", cuenta.

Fueron años de graduación, también, lo que se refleja en la amplia validación que le dio el medio, y que encarnó en solicitudes desde la TV (versionó "El tiempo en las bastillas" para la segunda temporada de "Los 80"), invitaciones a resonantes eventos (participó en el concierto "Hecho en Chile", en las ruinas de Pompeya) y colaboraciones con importantes artistas locales.

Todo ello, asegura, también quedó plasmado en Buen soldado. "Estar con Bitman y sentarme a componer con él ('Help me', 'Someday'), con un método totalmente distinto al que yo tenía, fue un aprendizaje tremendo. Y también volver un poco a las raíces gringas con el inglés, incorporar otro tipo de grabación, incluso. Lo mismo con Inti-Illimani o 'Las bastillas', que fue un trabajo para el que en el fondo me contrataron. Estar a la cabeza de un proyecto con más visión, fue un aprendizaje. Llegué al estudio con más capacidad, con más claridad sobre cómo se trabaja. Una va incorporando todo, te transformas en una artista más versátil".

De este modo fue configurando un disco en el que resalta la incorporación de "cosas nuevas que a mí como auditora, músico y melómana, me gustan. Quería nuevos instrumentos, incluso si resultara o no. Por ejemplo, hay una canción que se llama 'Yo lo busco', que es un poco hip hop, tiene un beat distinto. Hay canciones en las que no hay guitarras, que en el disco anterior era muy predominante. La interpretación es distinta, me preocupé de aprender a ocupar la voz, a cantar distinto y tomar personajes. El disco tiene muchas canciones que son historias, con personajes, algo que no había hecho antes, en que todo era más como el diario de vida de una niña del siglo XXI en Chile".

-Para Muérdete la Lengua dijiste que la idea fuerza fue "el piano manda". ¿Hubo alguna idea fuerza esta vez?
-Nada manda, lo que salga, pero fue importante la interpretación, el tema vocal, y la versatilidad y el carácter de cada canción.

-¿Te preocupó dejar en claro que éste no es el disco de una chica de 19 años, sino el de una mujer de 23?
-Yo creo que concientemente sí, pero también creo que estaba dado de manera inconciente. En el disco anterior creo que la gente ve un rol predominante, más de una quinceañera, el desquite, la confesión, que se mantiene en algunas canciones de este disco. Pero también creo que se transforma en otras actitudes igual de confesionales y directas. Hay una canción bien curiosa que se llama "Entrevista", sobre alguien que va a buscar trabajo, y lo cuenta, está nervioso. No soy un hombre de 45 años, pero era una situación que me inquietaba, y fue un paso natural. Quizá ésta no es una niña de 16 ó 18 años; tampoco sé si tiene 23 ó 40, pero sí mantiene en parte la cosa popera, liviana, femenina, con otros temas que aportan más seriedad y una visión distinta.