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Luciana Echeverría revela las duras exigencias para transformarse en "La Poseída"

La actriz debió tomar clases de latín e hipnosis para dar vida a la atormentada Carmen Marín, y confiesa que tras las escenas de las "posesiones" necesita al menos dos días para recuperarse físicamente.

24 de Mayo de 2015 | 12:47 | Por Karen Cordovez, Emol
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Luciana Echeverría es Carmen Marín en ''La Poseída''.

El Mercurio

SANTIAGO.- "Por si acaso, no he tomado ninguna referencia de 'El Exorcista' ", aclara de entrada Luciana Echeverría, cuando se le consulta acerca de cuáles fueron sus fuentes de inspiración a la hora de construir su personaje para "La Poseída", la nueva teleserie nocturna de TVN.

En la producción de época que esta noche emite su segundo capítulo, Echeverría da vida a Carmen Marín, una joven que sufre extraños ataques que enfrentan a la Iglesia y la ciencia, planteando una interrogante que se mantendrá a lo largo de la trama: ¿Tiene un problema psiquiátrico o está poseída por el demonio?

La interpretación de la actriz, sobre todo en aquellas escenas en que Carmen está en una de sus crisis, concentró gran parte de los elogios de los televidentes que se manifestaron a través de las redes sociales. Tanto, que su nombre fue trending topic (lo más comentado) en Twitter durante el estreno del domingo pasado.

Sobre el proceso de construcción del rol de la atormentada adolescente, la ex "Corazón rebelde" cuenta que "si bien he visto películas y admito que me dan un poco de miedo, preferí no nutrirme tanto de ellas, sino que empezar a hacer un trabajo más desde mi creación personal y de lo que yo siento que es".

Pero dar vida a Carmen Marín no era fácil y tenía requerimientos especiales, razón por la que Luciana Echeverría se sometió a una intensa preparación antes de comenzar las grabaciones. "Me informé leyendo los expedientes sobre el caso de 'la endemoniada', desde que Carmen Marín era huérfana en Valparaíso hasta que llegó al convento de las Hermanas de la Caridad en Santiago. Además investigué sobre la histeria, vi documentales sobre el tema y las posesiones", cuenta la actriz.

Hasta ahí, un esperable trabajo de documentación. Sin embargo, Echeverría debió ir más allá: "Tuve clases de canto, de hipnosis, y de latín para entonar los cantos y para cuando me toca hablar en otras lenguas". Por otra parte, comenta que su hermana Carla, que es bailarina, la ha ayudado "con lo del lenguaje kinésico del personaje", en aquellas secuencias en que Carmen sufre ataques y la contorsión de su cuerpo es casi más decidora que los mismos diálogos.

Al respecto, destaca que "también tuve una preparación sicológica y física para poder enfrentar las escenas más intensas sin que me logren afectar", pero aún así confiesa que "necesito al menos dos días de recuperación física después de hacer posesiones".

Para bajar las revoluciones y liberarse un poco de la carga de su rol, Luciana Echeverría comenta que los fines de semana hace Bikram Yoga. "Me ayuda a mantener el ritmo y también me saca un poco del día tan agotador", dice. Además, agradece que la producción de "La Poseída" se preocupe de no hacerla grabar más de dos "posesiones" al día y de manejar los tiempos y las intensidades de cada secuencia. "Hay un cuidado importante en el tema físico, energético y mental para poder enfrentar este personaje", asegura.

Ad portas de la emisión del segundo capítulo, programado para esta noche después de "24 Horas", la actriz asegura estar muy satisfecha y agradecida con los buenos comentarios que recibió tras el estreno. "Una prepara su personaje, lo interpreta y nunca sabe lo que va a pasar, por eso estoy tan contenta", señala, pero advierte que el resultado de su trabajo va de la mano con el que ha realizado todo el equipo liderado por Víctor Huerta, Mauricio Campos y Rodrigo Sepúlveda. "Todos estamos muy comprometidos con la teleserie".

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