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Comenzó reconstitución de escena de crímenes de Alto Hospicio

Cerca de las 07:00 horas de hoy y bajo estrictas medidas de seguridad, la ministra en visita, Eliana Ayala, comenzó las diligencias para establecer con exactitud cómo ocurrieron los asesinatos de las nueve mujeres.

10 de Noviembre de 2001 | 09:46 | ORBE
IQUIQUE.- Cerca de las 07:00 horas se inició la reconstitución de escena de los nueve crímenes registrados en Alto Hospicio.

Al lugar llegó la ministra en visita, Eliana Ayala, junto a 300 policías integrando una comitiva de trece vehículos que escoltó bajo un estricto resguardo policial el carro de Gendarmería que trasladaba a Julio Pérez Silva, principal inculpado en los hechos.

El sujeto llegó vistiendo blue jeans y un chaleco amarillo, al parecer antibalas, y esposado.

Según informó TVN, el procesado y la ministra recorrieron nueve puntos, algunos muy alejados de otros y de difícil acceso, entre ellos el pique donde lanzó los cuerpos de tres niñas y el lugar donde botó a la menor de 13 años que se salvó y permitió la detención.

La primera reconstitución fue el asesinato de Angélica Lay, la primera desaparecida y que inicialmente no se vinculó a lo ocurrido posteriormente con el caso de las escolares. La segunda reconstitución fue el crimen de Viviana Garay.

Las diligencias se desarrollaron con total normalidad y no hubo intentos de agredir a Julio Pérez Silva, debido a que los cordones policiales aislaron completamente cada uno de los puntos.

Ahora, la ministra deberá resolver la condena del hombre que aparece como único responsable de los peores asesinatos en serie que se recuerden en Chile.

El caso fue resuelto en octubre pasado, luego de que la menor de 13 años lograra sobrevivir al ataque del autodenominado "sicópata de Alto Hospicio" y lo denunciara a Carabineros.

Pérez Silva, de 38 años de edad, vivía desde 1993 en la misma localidad y comenzó a perpetrar sus crímenes en 1998. Sus víctimas tenían entre 14 y 17 años, excepto la joven Angélica Lay, quien tenía 23. Todas fueron raptadas, violadas, asesinadas y luego arrojadas al pique de la ex mina Huantajaya o a basurales ubicados en la zona.
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