SANTIAGO.- Con motivo de las fiestas de fin de año, Carabineros y el ministerio de Transportes iniciaron hoy un exhaustivo control vehicular en las carreteras del país para evitar accidentes de tránsito, ya que se espera que más de un millón de personas abandone la capital para disfrutar la llegada del 2002.
Para ello, efectivos policiales se apostaron en diferentes tramos de las principales vías para controlar la velocidad de los vehículos y hacer más expedita la circulación de los mismos.
En un rápido recorrido por las rutas 5 Sur y 68, se comprobó un fluido tránsito con excepción de algunos momentos donde se observó congestión durante la mañana, mientras que en la ruta del Sol no se detectaron mayores problemas.
En la capital, en tanto, el subsecretario de Transportes, Patricio Tombolini, manifestó que el lunes próximo se levantarán las medidas especiales que han regido durante el 2001.
Entre ellas, se termina la restricción vehicular para los no catalíticos, y las vías exclusivas.
Sin embargo, comentó que se mantienen la segregación de la Alameda y las vías reversibles para el transporte privado, las que calificó de medidas exitosas.
El encargado de Fiscalización del Ministerio de la orden, Mario Parada, manifestó que la entidad reforzó en las últimas horas los controles en los distintos puntos de Santiago con el objetivo de verificar que los buses de las empresas establecidas operen de acuerdo a la normativa legal.
Al respecto, informó que ya se han cursado 58 infracciones, por problemas de neumáticos y no tener el permiso adecuado para funcionar como transporte público.
En cuanto a los terminales de buses, durante todo el día se ha observado gran afluencia de público, estimándose sólo en el recinto de Alameda más de 120.000 personas.
El administrador del recinto, Carlos Alarcón, dijo que en vísperas de año nuevo es probable que salgan de Santiago más de un millón de personas, por lo cual se reunió en días pasados con las autoridades respectivas para "enfrentar la situación y salir en forma exitosa".
