SANTIAGO.- Un importante paso dieron hoy el Hogar de Cristo y el Movimiento Esperanza Nuestra para superar la situación de discriminación en que viven las personas con discapacidad al recibir el compromiso de parte del gobierno de incorporar, en el nuevo plan de transporte, disposiciones técnicas que respondan a las necesidades de las personas con discapacidad física.
El acuerdo fue alcanzado durante una visita realizada hoy por el Director Social del Hogar de Cristo, Benito Baranda, el Coordinador de Hogar de Cristo, Patricio Jaramillo, y del Capellán General del Movimiento Esperanza Nuestra, Padre Renato Poblete, al Coordinador General del Transporte de Santiago, Germán Correa.
En la oportunidad se entregó una carta a la autoridad solicitando que se considere la compra de buses adaptados para personas con discapacidad física, con el fin de que ellas tengan acceso al transporte público y así poder desplazarse hacia su lugar de trabajo, estudios, servicios públicos, lugar de recreación y otros. "La adquisición actual evitaría un mayor gasto, si en el futuro se exige por ley a los empresarios reconvertir las máquinas", agrega la misiva.
También solicitaron que las máquinas de la locomoción sean de piso bajo y sin peldaños, con una puerta delantera para los pasajeros convencionales y otra en el medio para las personas con discapacidad, en especial las que se desplazan en sillas de ruedas. Estos buses se utilizan, por ejemplo, en Buenos Aires (Argentina) y en Barcelona (España).
Otra inquietud presentada es que se considere la construcción de paraderos especiales, como los existentes en Quito en Ecuador y Bogotá en Colombia. Estos paraderos disponen de corredores viales especializados con calzadas únicas para el transporte accesible y paradas definidas.
Finalmente, solicitaron capacitación de los trabajadores de la locomoción colectiva, en especial de los conductores, sobre el tema de la discapacidad, con el objeto de sensibilizarlos con la realidad de discriminación que afecta a estas personas. Esta experiencia resultó un éxito en Buenos Aires.
En Chile, la encuesta CASEN 2000 señala que 788.509 personas (5.3% de la población chilena) declaran tener alguna discapacidad. De éstos, son 130.363 los que presentan alguna discapacidad física (no se considera las de tipo visual, auditiva o expresiva), equivalente al 0.87% del total del número de
habitantes del país. El sondeo también indica que del total de personas con discapacidad, 114.345 personas (14.5%) está bajo la línea de pobreza y
44.945 personas (el 5.7%) bajo la de indigencia.
