SANTIAGO.- Daño cerebral severo arrojó una resonancia nuclear magnética realizada en las últimas horas al menor Luis Pinilla, de 14 años, quien el domingo permaneció quince minutos en la morgue tras ser dado por muerto al ingresar al servicio de urgencia del Hospital Padre Hurtado.
El jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del establecimiento donde permanece internado el niño, doctor Alejandro Donoso, explicó que el test muestra daños estructurales en el cerebro.
"La resonancia demuestra daños estructurales en su cerebro, producto del tiempo que estuvo sin aporte de sangre y oxígeno, cuadro que se denomina encefalopatía hipóxico isquémica".
El facultativo precisó que "aunque aún se está en una etapa muy reciente para hacer un pronóstico, hasta el minuto los exámenes clínicos demuestran que el daño está establecido y que es muy poco probable que se recupere".
Agregó que lo evidenciado por la resonancia es concordante con el examen físico del niño y la situación clínica actual, en que el paciente ha permanecido en estado estacionario, en coma profundo y conectado a ventilación mecánica.
El caso, que ha mantenido conmocionada a la sociedad y a la comunidad hospitalaria, se produjo el fin de semana, cuando el adolescente "resucitó" tras haber sido declarado clínicamente muerto y permanecer 15 minutos en la morgue.
Esta inusual situación motivó al Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente a designar a un neurólogo para que realice una auditoría clínica. Esta investigación centrará su acción en todos los procedimientos realizados por el equipo médico. La investigación no busca esclarecer responsabilidades administrativas.
Versión hospital
El director del hospital, doctor Ernesto Behnke, explicó que al llegar el niño al establecimiento con paro cardiorrespiratorio, se le hicieron maniobras de reanimación (respiración, masaje cardíaco y drogas) "de las cuales se observó que no respondía, además de aparecer signos neurológicos de parálisis pupilar. Exámenes de sangre para ver su grado de oxigenación y acidez mostraron que tenía un ph de 6,7 estimado incompatible con la vida".
A raíz de ello, continuó, se decidió cesar las maniobras, con lo que se perdieron los signos vitales, con ausencia de percepción de respiración y actividad cardíaca, declarándosele muerto, tras unos 40 minutos de reanimación. Queda en urgencia unos 30 minutos más, mientras se les avisa a los padres del "fallecimiento".
En el intertanto se lo trasladó a la Unidad de Anatomía Patológica, y estando alrededor de 10 a 15 minutos allí "personas que estaban ahí avisan que escuchan ruidos y a raíz de ello acuden nuevamente los médicos, que comprueban que el niño tiene signos vitales, se le revalúa y al comprobarse que tiene respuesta pupilar es llevado a la UTI".
