SANTIAGO.- A partir de las 07.30 horas se realiza la décimo segunda peregrinación juvenil al Santuario de Santa Teresa de Los Andes en Auco, actividad masiva organizada por la Vicaría de la Esperanza Joven, estimándose la asistencia de unos ochenta mil personas provenientes de todo el país.
La jornada finalizará con una Eucaristía presidida por el Cardenal Arzobispo de Santiago, Monseñor Francisco Javier Errázuriz, junto con el Obispo de San Felipe, Monseñor Cristián Contreras, y el Vicario de la Esperanza Joven, Padre Guido Fernández, quienes estarán acompañados de un gran número de sacerdotes que asisten a esta peregrinación.
Los jóvenes representantes de colegios, liceos, universidades y movimientos, entre otros, recorrerán la cuesta completando en total 27 kilómetros de fe y esperanza. En el camino se disponen distintas estaciones que los animan e invitan a la oración y reflexión. Alrededor de las 14.00 horas, los cansados caminantes ya comienzan a hacer su arribo al Santuario, allí los espera un escenario que les da la bienvenida con cantos y oración.
Desde 1990 miles de jóvenes peregrinan al Santuario de Santa Teresa de Los Andes. A partir de entonces la cifra de participantes ha ido creciendo progresivamente, ya que en un principio caminaron 7 mily actualmente se espera la asistencia de más de 80 mil personas provenientes de todo Chile.
Este encuentro se ha transformado en un hito del trabajo pastoral de los jóvenes en sus comunidades, incorporándose como parte fundamental de su proceso formativo.
Santa Teresa de los Andes: una vida de santidad
Santa Teresa fue una joven como cualquier otra chilena. Tenía las esperanzas y alegrías de la juventud, sin embargo, su vida fue especial porque vivió cada momento en diálogo permanente con Jesús.
Juanita Fernández Solar nació el 13 de julio de 1900 en Santiago. Creció y se educó como cualquier niña y a los siete años comenzó a asistir habitualmente a Misa preparándose para su primera comunión. Los que la conocieron la recuerdan como una niña bastante normal, como cualquier joven alternando sus estudios con trabajos en la casa, vacaciones, amistades, visitas y hasta pretendientes.
Vivió en plenitud gozando principalmente las vacaciones provistas de largos paseos por el campo, buenas conversaciones y dejando siempre el tiempo para participar en la Eucaristía, en las misiones, en dar catequesis a los niños y atender a los más necesitados.
Estuvo ligada a la buena lectura y a la dirección espiritual, lo que se señala le sirvió para querer entregarse enteramente a Jesucristo y aceptarlo únicamente a El como el compañero de su vida. Este deseo fue creciendo en ella, hasta que en 1919 pidió el consentimiento de su padre para ingresar al Convento de las Carmelitas Descalzas de Los Andes.
En ese lugar, cambió su nombre por el de Teresa de Jesús. Durante los once meses que alcanzó a estar en el convento se entregó a la voluntad del Señor. El 2 de abril de 1920 se enfermó gravemente, al parecer de tifus. Así, llena de gozo en confianza en Dios, el 12 de abril, a las 19.15 horas, dejó de existir para seguir gozando del cielo en compañía de su amado Señor.
Encuentro con Cristo
El Vicario de la Esperanza Joven, Padre Galo Fernández, indicó que la peregrinación al Santuario de Santa Teresa de Los Andes demuestra que la juventud no sólo está preocupada de pasarlo bien, sino que desea reencontrarse con Cristo y ponerlo en el centro de sus corazones.
"El itinerario es toda la cuesta Chacabuco, 27 kilómetros, la que este año es preciosa, porque como ha sido un año de mucha lluvia el campo está lleno de flores y de verde. Esto hasta llegar al Carmelo, donde está Teresa de Los Andes, nuestra Santa Chilena, que es una motivación increíble y maravillosa para los jóvenes", explicó en conversación con radio Agricultura.
Explicó que el gran número de asistentes a esta peregrinación se debe a que ella fue una joven normal como todas, "pero dedicó su vida a amar a Dios".
"Los participantes en esta caminata se sienten invitados a vivir los más grandes ideales, los más bonitos, lo que contrasta con la imagen que la juventud no esta ni ahí, o que la juventud solo le gusta el desorden y el carrete.
Aquí vemos chiquillos que se juntan para hablar de santidad, para hablar sobre Cristo y poner a Cristo en el centro de sus corazones para soñar que pueden poner en la cultura y en su propia historia a Jesús y a sus criterios", señaló.
