SANTIAGO.- El Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota (SSVQ) nombrará hoy a un fiscal para investigar la desaparición de 60 equipos médicos desde el Hospital Gustavo Fricke, avaluados en 270 millones de pesos, y mañana presentará una querella por robo, y una demanda civil para perseguir judicialmente el pago de mil millones de pesos adeudados a ese centro asistencial por empresas públicas y privadas del área salud.
Las medidas forman parte de una fuerte ofensiva para ordenar las finanzas del Fricke, iniciada por la entidad que dirige el doctor Fernando Voigt, quien asumió el cargo en julio pasado. El facultativo inició una investigación en la administración del hospital que desde 1995 dirigió el doctor Gabriel Zamora. Este último abandonó la dirección del centro en agosto pasado tras la denuncia por la muerte de lactantes por supuesta infección intrahospitalaria, luego de lo cual asumió como subdirector médico del SSVQ. Los resultados de la investigación fueron considerados como "espeluznantes": No hay rastro de 611 mil dólares en equipos de alta y mediana complejidad, como ecocardiógrafos (que cuestan 180 mil dólares) y mesas quirúrgicas, y hay mil millones de pesos que isapres, Fonasa y servicios médicos de las FF.AA. adeudan desde 1996 al centro asistencial por hospitalizaciones que no han sido cobradas o canceladas.
Los hechos constatados hicieron que la dirección del servicio constituyera el jueves un "comité permanente" para evitar nuevos casos, presidido por el doctor Voigt e integrado por la Directora del Fricke, María Orphanopoulos, y por representantes gremiales de la salud y del capítulo hospitalario del Colegio Médico. La instancia, tras analizar los antecedentes, acordó recurrir a la justicia. Fuentes allegadas al caso aseguraron que se investigará "caiga quien caiga", y aunque acotaron que no se persigue en particular al ex director del Fricke, reconocieron que como administrador del hospital debe explicar la desaparición de los equipos y la falta de gestiones eficientes para recuperar el millonario monto que permitiría paliar casi toda la histórica deuda del hospital, que llega a los 1.400 millones de pesos.
La investigación interna encargada por Voigt permitió establecer que algunos de los equipos faltantes fueron dados de baja en forma aparentemente reglamentaria, pero que una medida así no tiene explicación lógica por cuanto ninguno de ellos había terminado su vida útil. La gravedad de los hechos estaba siendo analizada por el seremi de Salud, doctor Aníbal Vivaceta, quien hoy se hacía parte en las acciones legales a nombre del gobierno. Para la persecución de la deuda se contrató como asesor jurídico al abogado Hugo Gutiérrez (conocido por numerosos casos de derechos humanos), quien fue encomendado para constituir y dirigir una "unidad de comercialización" que permita recuperar los fondos en el más breve plazo para demostrar que los problemas del Fricke no se solucionan con "ajustes presupuestarios" sino sólo con una administración eficiente.
