SANTIAGO.- A un extenso interrogatorio fue sometido esta tarde el testigo clave del caso donde se investigan 12 extrañas muertes en la ciudad de Puerto Aisén, por la ministra en visita Alicia Araneda.
Las diligencias las realiza la magistrada en dependencias de la Brigada de Homicidios (BH) de la policía de Investigaciones en la capital.
Según Televisión Nacional el testigo clave es el ex bodeguero de una empresa naviera de la ciudad de Puerto Chacabuco, Jorge Corona, quien dio a conocer una serie de antecedentes respecto a algunas de las dudosas muertes.
La ministra, quien también es presidenta de la Corte de Apelaciones de Coihaique, arribó a Santiago pasadas las 15.00 horas e inmediatamente, en un jeep blanco, abandonó el aeropuerto Arturo Merino Benítez con destino a la BH.
Aunque sólo lleva dos días a cargo de la investigación ya ordenó los arraigos del dentista Jorge Carreño y el comerciante Juan Carlos Farías, ambos de Aisén.
Sobre las diligencias, el segundo vocero del Poder Judicial, Alejandro Espinoza, dijo que "ella (la jueza) ha solicitado a algunos canales de televisión, tener acceso al material de video porque se ha considerado que puede ser un elemento importante que aporte antecedentes para la causa que ella está investigando".
El testigo clave entregó una serie de datos que fueron fundamentales para que la Corte Suprema decidiera nombrar un ministro en visita para investigar 12 extrañas muertes ocurridas en la ciudad de Puerto Aysén, entregó el 28 de octubre el testigo clave interrogado hoy por la magistrada Alicia Araneda.
Según informó "La Segunda", resguardando los nombres de los involucrados, el testigo clave es un ex funcionario de una empresa con asiento en la ciudad de Puerto Chacabuco, quien dijo haber visto como fue golpeado el joven Roberto Lagos Flores, y tener atisbos del tráfico de cocaína que se efectuaba en su antiguo lugar de trabajo.
De acuerdo al testigo, "pude observar la llegada de un jeep del Ejército" hasta la empresa en cuestión, añadiendo que en esos encuentros "participaban un oficial del Ejército y conscriptos se repetían con frecuencia al momento en que llegaba la carga al Puerto de Chacabuco donde están ubicadas las bodegas de (nombre de la empresa)"
El testigo dijo que a Lagos Flores lo vio recoger cajas que supuestamente traían clavos desde el norte, pero que en realidad según su declaración, contenían varios kilos de cocaína, 50 de los cuales quedaban en Puerto Aysén, y el resto seguía rumbo en vehículos de la policía hasta Comodoro Rivadavia (Argentina).
Añadió que tras la desaparición del joven lo reconoció en los retratos aparecidos en la prensa nacional. Al decirle a su jefe, de nombre Miguel Angel, que había visto a Lagos Flores venir hasta la empresa, éste le respondió que "no era un asunto de su incumbencia". Días después fue despedido acusado de robar un cheque.
El testigo agrega que Lagos Flores se habría robado diez kilos de cocaína por lo que habría sufrido amenazas. Añade que vio como dos personas, la noche del 12 y 13 de junio del año 2000, "frente a la pensión donde yo me hospedaba, golpeaban brutalmente en todo el cuerpo, pero principalmente en la cabeza, a un joven de manera implacable, joven de pelo oscuro que vestía una especie de polerón negro, jeans y bototos".
Dijo que luego depositaron su cuerpo en una camioneta blanca y se marcharon con el joven en su interior. Añadió que la chica Paulina Gómez habría muerto al salir expulsada de un vehículo que se accidentó, donde sus ocupantes en estado de ebriedad y drogados, también tendrían relación con el grupo de narcotraficantes.
