SANTIAGO.- El presidente del Senado, Andrés Zaldívar (DC), señaló que "somos católicos, pero no recibimos instrucciones", durante su participación en el foro "Participación de los católicos en la política", organizado por la Dirección de Pastoral de la Universidad Católica y que se realizó hoy en el Centro de Extensión de esa casa de estudios.
Zaldívar agregó que "nuestro accionar como parlamentarios no es confesional. Somos católicos, pero no recibimos instrucciones de nadie. Así como tampoco corresponde que la política instrumentalice la religión".
El presidente de la Cámara Alta destacó que el éxito de los gobiernos actuales se basa en la capacidad de entendimiento, sin que ello signifique renunciar a los valores personales.
Con relación al proyecto de Ley sobre Matrimonio Civil, aclaró que "un católico no necesita de Ley de Divorcio, porque contrae matrimonio con la convicción de que es para toda la vida, por lo tanto, nadie le puede imponer el divorcio, pero hay que entender que la ley debe interpretar la realidad actual y hoy muchas personas rehacen su vida de manera irregular, porque no existe una mejor alternativa".
El senador indicó que frente a una ruptura matrimonial, la Iglesia Católica también tiene causales de nulidad; mientras que por otra parte, "no se puede imponer una creencia a la totalidad de la sociedad".
Además, aseguró que la Ley de Divorcio será aprobada porque existe una inmensa mayoría de la sociedad que está desacuerdo en que es necesario legislar al respecto.
Zaldívar también enfatizó que lo que habrá que estudiar delicadamente son las causales del divorcio, "cuyo norte siempre debe ser la protección de la familia y los hijos", explicó.
El legislador agregó que "también es una realidad que el 50 por ciento de los niños que nacen en Chile, lo hacen fuera del matrimonio y también hay que respaldar a esas familias o cómo entonces vamos a hablar contra el aborto" y agregó que uno de sus mayores orgullos personales es haber apoyado a una de sus hijas cuando quedó embarazada, sin estar casada.
El parlamentario indicó que la vocación por la política es un compromiso social que va más allá de la mera defensa de una ideología, donde "lo más importante es definir la manera de hacer praxis del Evangelio en la vida diaria; la manera de llevar el Evangelio a lo cotidiano".
Cabe destacar que en el encuentro también participaron el senador Hernán Larraín, los diputados Patricio Walker y Marcela Cubillos, el Vice Gran Canciller de la Universidad Católica y nexo entre la casa de estudios y el Cardenal de Santiago, Monseñor Andrés Arteaga, y el presidente de la FEUC, Jaime Bellolio.
