RANCAGUA.- En lugar de seguir debatiendo sobre los efectos, abortivos o no, de la llamada "píldora del día después", el obispo de Rancagua, Alejandro Goic, adoptó una nueva estrategia: discutir sobre "el día antes".
El prelado, que hoy celebra sus bodas de plata episcopales, afirmó que el problema no es la píldora del "día después", sino "qué hacemos el día antes".
En su reflexión, se pregunta si la sociedad y los medios de comunicación social se esfuerzan por educar a la población a "valorar la sexualidad en su plena integración humanizadora" o "¿la banalizan a una superficialidad alienante desconectada del amor?".
"'El día antes' la sociedad y sus diversos organismos intermedios, ¿procuran crear viviendas dignas y espacios adecuados para que las familias puedan vivir su intimidad gozosamente? ¿Es posible hacerlo en espacios de 30 o 40 metros cuadrados, cuando los integrantes del núcleo familiar son cinco o más personas?", continúa el religioso.
Goic se pregunta además si el "día antes" la sociedad entera busca generar una distribución más equitativa de los bienes, "superando la brecha abismante de algunos que sólo en un mes ganan lo que un obrero obtiene en cinco años de trabajo".
