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| Caso emblemático |
El caso de Francisca Cooper Larraín se convirtió en emblemático y llegó al corazón de miles de chilenos, no sólo por ser la única compatriota víctima del desastre natural que azotó al sudeste asiático, sino también por lo trágica que fue su historia.
Se había casado con Aurelio Montes del Campo el 17 de diciembre pasado y sólo unos días después habían emprendido vuelo hacia la paradisíaca isla Phi Phi, en Tailandia, donde pasaban su luna de miel.
Pero aquellos hermosos parajes donde la pareja disfrutaba de su matrimonio, se transformó justo después de Navidad en un infierno que acabó con la vida de miles de personas. El terremoto y tsunami acabaron, repentina y trágicamente, con la bella historia de amor de la pareja chilena.
El maremoto azotó con fuerza la costa en momentos en que Aurelio caminaba por una colina cercana. Su esposa había decidido quedarse en el hotel, tomando el sol en la piscina, mirando el entonces apacible mar asiático. "Nos vemos en un rato", fueron las últimas palabras que cruzaron.
La noticia de su desaparición fue conocida rápidamente en Chile. Su nombre se hizo conocido para todos quienes veían por la televisión el horror de aquel paraíso reducido a escombros. Francisca era una más de una lista de 56 chilenos desaparecidos en la zona, pero su caso tomó ribetes de especial.
Los nombres de los desaparecidos no se conocían sino hasta cuando eran encontrados. Pero el de Francisca era público, todo Chile rezaba por encontrarla. Incluso el canciller Ignacio Walker lo reconoció en sus palabras: "Es un caso emblemático".
Portada de diarios en varias ocasiones, la historia de Francisca fue ampliamente conocida. Era la muchacha alegre y servicial, como la describían sus amigos y conocidos. Sus padres viajaron a Tailandia para encontrarla con vida, una ilusión que ya venía desvaneciéndose en los últimos días. Hoy sólo queda el consuelo de que apareció su cuerpo, algo que todo Chile quería. |
SANTIAGO.- El ministro de Relaciones Exteriores, Ignacio Walker, informó que los familiares de Francisca Cooper Larraín que se encuentran en Tailandia,
ubicaron su cuerpo en una morgue de Krabi, ciudad donde tenían su centro de operaciones, a una hora y media de navegación de la isla Phi Phi.
Su padre, Alan Cooper; su marido, Aurelio Montes del Campo, y sus suegros habían entregados detalles de algunas características propias de la profesora a un médico forense israelí-argentino que se había acercado a ellos en el hotel y quien finalmente halló el cadáver.
Siendo las 00:20 horas en Tailandia, 14:30 horas en Chile, Alan Cooper se comunicó con el propio ministro de Relaciones Exteriores para informarle de la triste pero a la vez tranquilizadora noticia del hallazgo del cuerpo de su hija.
Por decisión de la familia, el cuerpo de Francisca Cooper será cremado en Tailandia y luego será repatriado a Chile.
El tío de Francisca, Manuel José Larraín quien durante esta larga espera se ha transformado en el vocero de la familia señaló que
"la angustia terminó en cuanto a la desaparición, pero lógicamente que dentro de la pena hay una tranquilidad de la familia que gracias a Dios vamos a poder contar con ella acá en Chile, vamos a poder traerla de vuelta. Se ha tomado con tranquilidad y ahora con mayor esperanza, esperando que vuelva. No tenemos claro cuándo va a ser eso porque tengo entendido que hay que hacer trámites en Tailandia, por lo tanto, no tengo claro cuándo es el regreso de ella".
Hasta el domicilio de la familia Cooper Larraín, ubicado en Américo Vespucio con Vitacura, han llegado una gran cantidad de familiares acongojados por la noticia.
La joven profesora de 26 años se encontraba de luna de miel en la isla Phi Phi desde el 18 de diciembre cuando ocurrió el terremoto y posterior tsunami que afectó el pasado 26 de diciembre a gran parte del sudeste asiático.
Desde ese día su marido y más tarde otros familiares comenzaron una frenética búsqueda para dar con su paradero que hoy, a 10 días del hecho, concluyó.
"La esperanza de encontrarla nunca la perdimos, lógicamente uno se consuela ante una desaparición, pero la esperanza de perderla no, sí habíamos asumido de mayor manera que lógicamente era muy difícil encontrarla con vida", relató Larraín.
Mientras tanto en Chile el dolor y la incertidumbre por la desaparición de Francisca, quien trabajaba en el Colegio Santa Cruz de Chicureo, generaron una cadena de rezos de sus amistades y parientes.
La aparición del cuerpo de la joven completó la lista de 56 compatriotas que se encontraban en los países asiáticos afectados por el tsunami y que habían sido requeridos a la Cancillería chilena. Del total, 55 aparecieron con vida.
En este sentido, la familia Cooper agradeció todas las gestiones realizadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores para encontrar a Francisca.
Misas en recuerdo de Francisca
A las
19:30 horas de hoy se efectuará una misa en recuerdo de Francisca Cooper en la
iglesia San Juan de Vitacura, ubicada en la calle Jacques Cazzote 5600.
En tanto, mañana a las
20:00 horas se realizará otra ceremonia religiosa en el
Santuario de Schöenstatt ubicada en la calle Campanario de la comuna de Las Condes.
