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Grafiteros denuncian xenofobia y malos tratos en Perú

"El primer día nos pegaron fuerte", relató Enzo Tamburrino, quien junto a Eduardo Cadima no ocultaba su alivio de estar de vuelta en Chile.

28 de Junio de 2005 | 11:00 | Natacha Ramírez, El Mercurio en Internet


Los jóvenes, que no cuentan con antecedentes penales, pueden regresar a Perú cuando quieran.
SANTIAGO.- Contentos de regresar "al fin a Chile" se declararon Enzo Tamburrino (20) y Eduardo Cadima (21), los dos jóvenes chilenos que fueron detenidos el 29 de diciembre pasado en Cusco por rayar un muro incaico.

Tamburrino, quien tomó la iniciativa en la realización del grafiti, dijo haber enfrentado diversos tipos de maltratos en su estadía en la cárcel del Cusco, pero aclaró que éstos no provenían de los demás reclusos, como se especuló, sino de los gendarmes.

"Los primeros cinco días fueron los más difíciles. Al principio los guardias se aprovechaban de nuestro miedo. El primer día nos pegaron fuerte, después nos cobraban peaje sólo por ser chilenos y en el Palacio de Justicia nos hicieron esperar en un subterráneo de un metro cuadrado, sin comida ni derecho a salir más que una vez al día", relató el joven.

Tamburrino comentó además que nunca tuvo la intención premeditada de rayar el muro prehispánico, sino que fue "algo del momento", que atribuye al haber ingerido una bebida alcohólica de 96 grados, llamada "tacañazo".

El joven también acusó una falta de educación en Chile con respecto al tema. "Yo no sabía (el valor histórico del monumento), era bien ignorante y en Arica el único patrimonio histórico que hay son iglesias de adobe".

Eduardo Cadima, por su parte, atribuyó el trato injusto que recibieron a la "xenofobia que existe en Perú".

"Yo no hice nada. Yo fui juzgado porque soy chileno y no porque pinté", sostuvo el joven, quien confesó que durante varios momentos de su estadía en el vecino país le reprochó a su compañero el haberlo inducido a rayar el muro.

Aún falta por recaudar

Ambos grafiteros arribaron esta mañana a Santiago, sin antecedentes penales y con la posibilidad de volver a Perú cuando lo deseen.

Esta salida se consiguió tras un acuerdo entre el Estado peruano y la ONG chilena Fundación Ideas, el cual consiste en el pago de 100 mil dólares, que se utilizarán íntegramente en la realización de diversos proyectos culturales.

Entre ellos se encuentra la restauración del centro del Cusco -especialmente del muro pintado-, la educación de la ciudadanía sobre el patrimonio cultural y el intercambio tanto de estudiantes de arqueología como de delegaciones de pueblos originarios entre ambos países.

"Es importante que un incidente lamentable se convierta en una gran oportunidad de intercambio cultural entre ambos países", destacó Francisco Estévez, director de Fundación Ideas y principal gestor del acuerdo.

Agregó que, aunque a su juicio, sí influyó que los jóvenes fueran chilenos, no se creó para ellos ninguna pena especial. "En el Código Penal peruano se establecen hasta 8 años de cárcel por dañar el patrimonio prehispánico", aclaró.

Estévez especificó además que el pago del dinero se realizará en tres cuotas y que, por el momento, sólo se encuentra recaudado el dinero de la primera de ellas, que asciende a 40 mil dólares, y que fue donado por el organismo internacional Fundación Avina, abocado al desarrollo sostenible en nuestra región.

El artífice del acuerdo indicó que la fundación que representa espera reunir los 60 mil dólares restantes acudiendo a la colaboración de organismos internacionales, empresas privadas, el Gobienro y la ciudadanía.

"Actualmente no están reunidos los recursos, pero sí está comprometida mi palabra de honor", señaló Estévez, quien tiene hasta junio del próximo año para reunir la suma.
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