El frontis de la histórica Iglesia San Francisco de Valdivia. |
VALDIVIA.- Con muestras de consternación y rechazo se recibió en Valdivia la noticia del cierre de la Iglesia San Francisco, uno de los íconos del catolicismo de esta ciudad austral y punto obligado de reflexión cristiana de los fieles valdivianos.
La medida, de concretarse, implicaría el fin de las obras de la congregación capuchina, luego de más de un siglo de trabajo solidario en Valdivia.
El padre Elmar Boos, uno de los sacerdotes de la Iglesia San Francisco, expresó su tristeza por la medida, durante una misa a la chilena que presidió ayer en el mismo templo.
La Iglesia se ubica en la calle Vicente Pérez Rosales, junto a uno de los torreones históricos de la ciudad, y ocupa por su extensión una manzana entera en pleno centro de Valdivia,
por lo que su valor comercial es muy elevado.
La extensión del recinto es de alrededor de 2.000 metros cuadrados, que incluyen la iglesia, un convento, un comedor comunitario y una librería.
El padre Boos, quien llegó a Chile a servir desde Alemania hace más de 60 años, llamó a los feligreses y colaboradores a aceptar la medida "con serenidad".
El padre Isidoro Schwamm, de 91 años, celebra misa en la iglesia San Francisco de Valdivia. |
Al finalizar la ceremonia eclesiástica, la autoridad máxima de la parroquia y en presencia de más de cien fieles, recordó que el 3 de agosto había llegado a sus manos un documento en el que se señalaba que la Orden de Capuchinos, debía dejar la ciudad.
Agregó que la decisión fue tomada entre tres personas, es decir, por el obispo de la Diócesis de Villarrica Sixto José Parzinger -quien en algún momento explicó que la medida estaba basada en la edad de los integrantes de la comunidad religiosa-, el Obispo Ignacio Duccase y Carlos Huenupi, representante provincial de los Capuchinos en Chile.
La misa finalizó con varios esquinazos y gente emocionada despidiendo a Elmar Boos.
El senador Gabriel Valdés, hermano de monseñor Francisco Valdés (el primer capuchino chileno) está realizando gestiones para evitar el cierre, informó la prensa local.
Rechazo estudiantil
Frente al anuncio del cierre de este templo católico, estudiantes de la Universidad Austral de Chile (UACh) se reunieron en las afueras del recinto recaudando firmas, en medio de una reacción generalizada de rechazo por parte de la comunidad católica valdiviana.
Los jóvenes entregaron una declaración pública perteneciente a la Federación de Estudiantes de la Universidad Austral de Chile, a través de la cual señalaban su rechazo a la decisión.
"Los estudiantes manifestamos nuestro profundo rechazo a la decisión tomada, sin ser informada y consultada la ciudadanía respecto al cierre y venta del terreno", indicaron.
Junto a esto efectuaron un llamado a la comunidad a informarse y especialmente a las autoridades valdivianas a unirse a la causa debido a que "nos preocupa que se sigan perdiendo tradiciones valiosas tanto para la comunidad como para las personas".
Asimismo destacaron que "para los valdivianos es un patrimonio histórico y cultural, además de ser reconocidos (los sacerdotes) por la solidaridad", según consigna en su edición de hoy El Diario Austral de Valdivia.
En la Iglesia San Francisco habitan tres sacerdotes, un fraile y un hermano lego. Su imponente estructura es uno de los puntos característicos de la ciudad y es frecuente ver en sus alrededores a desposeidos que se acercan a solicitar ayuda a los feligreses.
El rechazo de la comunidad también apunta a que el cierre implicaría la desaparición del comedor donde se atendía a universitarios de escasos recursos y también a ancianos.
Los sacerdotes que residen en este templo católico son conocidos por su labor solidaria en la comunidad, lo que incluye, entre otras cosas, la asistencia espiritual a los enfermos y a sus familiares.
