SANTIAGO.- El ministro de Obras Públicas y Transportes Jaime Estévez, señaló que el sistema de locomoción pública de Santiago "estaba colapsado" y que el nuevo proceso de movilización se encuentra en proceso de ajuste, por lo que pidió "cooperación al grueso de la gente", ya que "estamos viviendo la etapa más difícil y el cambio no demora un día".
Estévez recalcó en el programa "Telenoche" de Canal 13, que "teníamos un esquema atrasado que no era compatible con una ciudad moderna", enfatizando que es inevitable que "todo cambio enfrente dificultades y más en el primer día".
Explicó que el retraso de algunas máquinas "es estructural", debido a que los vehículos circulan a un máximo de 60 kilómetros por hora y con las puertas cerradas, lo que destacó como "más seguro".
"Se trata de respetar vidas, por lo que hemos puesto disposiciones como límite a la velocidad y no circular con las puertas abiertas" añadió el ministro.
"No se va a volver a las carreras locas ni a las puertas abiertas porque representa un riesgo de vida que no es razonable".
La etapa más difícil
Sostuvo además que los nuevos buses no van a llevar "gente va colgando", ya que tienen un tope del 90 por ciento de llenado y si fuera necesario, las empresas tendrían que disponer de más vehículos para responder a la demanda de viajes.
Estévez afirmó que "esta es la etapa más difícil, de pasar de micreros a empresarios" y que del mismo modo los usuarios deben acomodarse a el nuevo orden del trasporte urbano.
Subrayó que "la gente estaba acostumbrada a que las micros pararan en lugares que no eran paraderos, eso ya no ocurre y si los hacen parar donde no corresponde no se van a detener", indicó.
En relación a los retrasos producto de las demoras de los nuevos buses, Estévez dijo que luego de una evaluación de los recorridos que tuvieron menos frecuencia, "estamos hablando con los operadores para aumentarla".
"Ha habido menos frecuencia de la que deberíamos tener, estamos controlando esto con las empresas para que se logre la fluidez que necesitamos", reveló el secretario de estado, quien señaló que "el primer día salieron menos buses de lo programado".
"Si se mantuviera una ineficiencia en las frecuencias, las empresas tiene la obligación de comprar más buses" recalcó.
Frente a algunos problemas, como los atascos presentados por los vehículos de mayor tamaño en calles pequeñas de la capital, el ministro aclaro que "los buses oruga están hechos para los troncales y quizás haya que ajustar por qué vías transitan, estos buses están diseñados para recorrer la grandes avenidas cuando opere el sistema en pleno".
