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General Izurieta: "Decisión más difícil de Pinochet fue asumir la responsabilidad de conducir el Estado"

Contrariando la postura del Gobierno de no reconocer la calidad de ex Presidente de Augusto Pinochet, el comandante en Jefe del Ejército, se refirió al fallecido militar como ex Jefe de Estado

12 de Diciembre de 2006 | 12:49 | El Mercurio Online
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El general Izurieta recibió a la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot, en la Escuela Militar.

Juan Eduardo López, El Mercurio.

SANTIAGO.- "Sin duda alguna, la decisión más difícil de la vida de soldado del general Pinochet fue su determinación para –de consuno con la Armada, la Fuerza Aérea y Carabineros de Chile– asumir las responsabilidades superiores de conducción del Estado, ante la gravísima crisis institucional que vivía el país", dijo el Comandante en Jefe del Ejército, Óscar Izurieta Ferrer durante su discurso en la ceremonia fúnebre para despedir los restos del fallecido general (r).


En una alocución, que abarcó desde la integración de Pinochet a las filas del Ejército, pasando por su vida familiar y su rol durante los hechos de 1973, Izurieta rindió honores a quien calificó como "ex Jefe de Estado", en clara contradicción con la posición adoptada por el Gobierno de tratarlo sólo como ex Comandante en Jefe de Ejército.


Mientras hablaba, el general era abucheado por algunos de los partidarios del ex gobernante que lo tildaron de "traidor" y "cobarde".


El uniformado indicó que Pinochet actuó "con el convencimiento de que no había otra salida posible a la crisis".


El militar recalcó que no le corresponde evaluar el gobierno militar, pero que le parecía necesario recordar que el Ejército también fue víctima de la pasión política desatada en un contexto de "Guerra Fría".


"El Ejército también era víctima de la pasión política desatada, que amenazaba su unidad. Esto ocurría, a su vez, en el seno de las otras ramas de la defensa nacional, con la peligrosidad que ello representaba para la supervivencia del país", dijo.




Actuó con el convencimiento de que no había otra salida posible a la crisis.

General Óscar Izurieta


 Sus palabras fueron aplaudidas por los presentes, a excepción de la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot, quien escuchaba impávida los discurso.


Izurieta dijo que espera que la muerte de Pinochet "pueda contribuir a mitigar las pasiones que en torno a su persona y obra se generaron en la sociedad chilena. Dejemos a la historia un examen objetivo y justo sobre su protagonismo".


Al respecto, el comandante en jefe del Ejército dijo que la obra del fallecido  general (r) "tendrá que recorrer aún un largo camino para que surja una visión equilibrada y serena respecto de su actuación, con la nitidez que el bálsamo del tiempo da a la historia para que ella realice sin presiones ni premura su edificante tarea aleccionadora".


"Mientras ello no ocurra -añadió- los invito a que rescatemos entre todos los chilenos aquí presentes y no presentes aquello que ya sabemos que nos une, evitando volver a repetir los errores del pasado que tanto daño hicieron a nuestra sociedad".


El general Izurieta expresó, asimismo, que "la situación de los derechos humanos constituye el aspecto más controvertido de su gestión. Él mismo, años después, se condolió por tanto sufrimiento. Más recientemente, en noviembre de 2006, asumió la responsabilidad política de todo lo obrado durante su Gobierno", añadió.


Dijo además que Pinochet "jugó uno de los papeles más gravitantes en la Historia de Chile" y murió sin haberse sustraído jamás de la acción de la Justicia, "de acuerdo al Estado de Derecho que rige en el país".


También expresó su profundo pesar a la familia Pinochet, recalcando que en el Ejército "compartimos el dolor y los acompañamos en su duelo".

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