Deudoras habitacionales protagonizaron serios incidentes en el Congreso

VALPARAÍSO.- Cuarenta y cinco minutos de tensión se vivieron esta noche en el hemiciclo de la Cámara de Diputados cuando en medio de la discusión de la Ley de Presupuestos cinco mujeres caminaron por el canto superior de un muro, ubicado a seis metros de altura, y amenazaron reiteradamente con dejarse caer al piso, donde se encontraban los parlamentarios.

La temeraria acción, protagonizada por miembros de la agrupación de deudores habitacionales Andha-Chile —la misma que ha interrumpido actos públicos de la Presidenta  Michelle Bachelet— se produjo inmediatamente después que el presidente de la corporación, Patricio Walker, diera orden de desalojo de la sala, ante los gritos que interrumpían la discusión presupuestaria.

Mientras carabineros forcejeaba con los manifestantes y sacaba en andas a quienes oponían resistencia para salir de las tribunas, sorpresivamente las cinco mujeres pasaron por sobre el sector destinado a los periodistas y alcanzaron el muro en altura que bordea la sala, correspondiente al sector donde se encuentra el tablero electrónico de votaciones.

Previo al incidente, diputados de la Concertación enardecieron los ánimos al señalar a los manifestantes, desde sus pupitres, que habían sido engañados por la oposición, que la partida correspondiente a Vivienda no se vería en la jornada de hoy, sino en la de mañana, y que exigieran comida y alojamiento a la UDI.

Ante la provocación, los deudores habitacionales gritaron que tales expresiones eran una burla, que no había preocupación  por el problema que les afecta, tras lo cual profirieron insultos a determinados legisladores.

Walker suspendió la sesión y dispuso el desalojo. Sin embargo, al agravarse la situación, dio por terminada la jornada, a la vez que el segundo vicepresidente, Fernando Meza, pidió el abandono de la sala por parte de sus colegas para calmar los ánimos.

Los diputados Roberto Sepúlveda (RN), Jorge Ulloa (UDI) y Juan Lobos (UDI) lograron acercarse a las cinco mujeres y dieron inicio a una acción de convencimiento, para hacerlas desistir. Lobos, en su condición de médico, tomó en andas, sobre sus espaldas a una de las manifestantes que se lesionó un pie. Una de las mujeres, identificada como Eli, prolongó la resistencia gritando desde lo alto que estaba aburrida del trato que reciben de parte de las autoridades.

Finalmente los negociadores, a quienes se incorporaron los vicepresidentes Meza y Marcelo Díaz, lograron su objetivo. El grupo se trasladó a una de las oficinas de la Cámara, para analizar el problema de los deudores y la forma como el tema se tratará mañana, cuando se reanude la discusión presupuestaria.