Especialista dice que enfermedad coronaria sería primera opción en caso de Alvear

SANTIAGO.- Cuando no hay información oficial sobre el origen del dolor toráxico que mantiene a Soledad Alvear internada desde el lunes en la Clínica Alemana, la jefa del Departamento de enfermedades cardiovasculares de la Clínica Las Condes, Sonia Kunstmann, explica que en una mujer de sus características se "debe pensar como primera opción en una enfermedad coronaria".

La especialista indica que el dolor producido por un "espasmo esofágico" –enfermedad que, según sus cercanos, padecería Alvear– "es muy parecido al dolor coronario" y que su diagnóstico "no necesariamente descarta una enfermedad coronaria", por lo que un diagnóstico diferencial puede ser "extraordinariamente difícil". Por esto se requiere realizar todos los exámenes necesarios para descartar una enfermedad de este tipo.

"Una mujer que está alrededor de los 50 años y está sometida a intensas presiones tiene factores de riesgo no menores para que uno se vea en la obligación de descartar que esto pudiera ser enfermedad de las arterias coronarias", señala la profesional.

Agrega que "ella es una mujer altamente ejecutiva, que ha tenido que solucionar problemas en un mundo competitivo y machista, y sobre todo ahora último que además ha tenido que solucionar problemas que han puesto en jaque su liderazgo (...) Entonces es altamente probable que esto tenga que ver con estrés".

En este sentido, explica que el estrés "produce la liberación de hormonas, que hacen que las arterias coronarias se contraigan, que aumente la presión y la frecuencia cardiaca y que el individuo esté más vulnerable a tener enfermedad coronaria".

"Espasmo esofágico" tiene buen pronóstico

En cuanto al "espasmo esofágico" que, de acuerdo a sus cercanos, padece Soledad Alvear, la Dra. Kunstmann indica que se trata de una "contractura inadecuada de la musculatura que rodea al esófago", cuyo pronóstico es "extraordinariamente bueno".    

Explica que cuando está presente se altera la onda descendente –que posibilita que el bolo alimenticio pase desde la boca hacia el estómago–. "Entonces hay zonas del esófago que se van a contraer y esa contracción es la que provoca el dolor intenso en el pecho, que no cede hasta que se relaja la musculatura", señala.

Indica que esta enfermedad se da habitualmente en personas que poseen antecedentes de problemas digestivos, como acidez, reflujos gastroesofágicos, úlceras duodenales, úlceras gástricas o que las comidas usualmente le caen mal. En este caso, el estrés puede ser una agravante, pero no la causa del problema.

Respecto del pronóstico de esta patología, señala que "es extraordinariamente bueno". Indica que es una enfermedad benigna que, tratándose adecuadamente -a base de tabletas- y sin necesidad de reposo, va a pasar sin dejar secuelas. "Por lo tanto, si esto es un espasmo al esófago, ella debiera ser dada de alta y seguir con su actividad en forma absolutamente normal", afirma.