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En prisión preventiva quedó acusado por muerte de bibliotecólogo

Cristián Rojas Galvani fue formalizado por robo con homicidio, delito por el que arriesga hasta 20 años de presidio.

17 de Diciembre de 2008 | 15:40 | Francisco Águila, El Mercurio Online

SANTIAGO.- En prisión preventiva quedó esta tarde Cristián Rojas Galvani, de 20 años, detenido la tarde de ayer por la PDI, acusado de ser el autor material de las estocadas que causaron la muerte del estudiante de bibliotecología de la UTEM, Rubén Paillamilla, crimen ocurrido el 10 de diciembre pasado a metros del Campus San Joaquín de la Universidad Católica.


Rojas fue formalizado por el delito de robo con homicidio por el fiscal Rodrigo González, quien sostuvo que el imputado fue reconocido en un 100% por la compañera de curso de la víctima que presenció el crimen, identificada con las iniciales J.F.R.


Según dijo el fiscal en la audiencia, la detención del imputado se realizó luego de que fuentes de la Brigada de Homicidios de la PDI lo identificaran como una de las personas que aparecía en los retratos hablados, confeccionados a partir del relato de la testigo.


A lo anterior se suma el hecho de que en el reconocimiento fotográfico se incluyó una foto de un hermano gemelo del acusado, a pesar de lo cual la joven reconoció a Rojas Galvani como el agresor.


De acuerdo al fiscal, Rojas arriesga desde diez a 20 años de presidio por el delito mientras que la defensora, Gabriela Villablanca, se opuso a la prisión preventiva diciendo que no estaba acreditada su participación. También cuestionó la forma del reconocimiento y que el imputado se parezca al retrato hablado que maneja la PDI.


No obstante, le juez calificó al detenido como un peligro para la sociedad y dijo que con los antecedentes expuestos pro el fiscal hay presunciones fundadas para acreditar la participación de Rojas en el homicidio.


Durante la audiencia, el padre de la víctima lloró cuando el fiscal detalló cómo ocurrió el crimen de su hijo. Luego, una vez que el juez Sergio Córdoba emitió su veredicto el padre del universitario le gritó "perro maldito" al imputado, lo que provocó la ira de los familiares que lo comenzaron a insultar.


El acusado fue derivado hasta el penal Santiago 1 y se otorgó cien días de plazo de investigación.

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