Reo de Colina I lideraba banda acusada de millonario robo que afectó a joyería

SANTIAGO.- A dos días del millonario robo que afectó a la joyería Mosso ubicada en la calle Luis Pasteur de Vitacura, efectivos de la PDI detuvieron a cuatro sujetos sindicados como los autores de este delito, que habría sido planeado por un reo de la cárcel Colina I.

De acuerdo a lo indicado por el subprefecto Cristián Muñoz, la banda fue detectada gracias a una escucha telefónica realizada por detectives que investigaban un hecho similar en Valdivia, Región de Los Ríos.

En la madrugada del martes, mientras cumplían esta labor, los funcionarios policiales se enteraron de que habría un atraco en la mencionada calle de la capital, por lo que dieron aviso a los efectivos de la Brigada de Robos Metropolitana Oriente.

Con este dato, los policías llegaron al lugar, pero los delincuentes ya habían escapado con un botín de más de $100 millones en joyas y relojes.

Las diligencias continuaron y en la madrugada de este jueves nuevas interceptaciones telefónicas permitieron establecer que la agrupación concretaría un robo en la calle Los Orientales de Peñalolén.

De esta manera, efectivos de la PDI concurrieron al local de venta de aceite para motores que sería atacado por los antisociales, a los cuales detuvieron justo cuando huían en un camión robado y en otro vehículo menor.

Los individuos fueron identificados como Michael Ruiz Jiménez (22), Cristián Ruiz Jiménez (29), Carlos Muñoz Toro (30) y Guillermo Gajardo Arias (21), quien además tenía una orden de detención pendiente por robo con sorpresa.

Desactivación de alarmas

El subprefecto Muñoz detalló que la banda tenía un sofisticado modus operandi, que consistía en que el reo -que no ha sido identificado- enviaba a uno de sus secuaces a los locales que serían blanco de robo.

Allí, el sujeto se encargaba de anotar la marca de la alarma y comunicarla al recluso, quien luego llamaba a la empresa en cuestión, haciéndose pasar por técnico de la compañía de dispositivos de seguridad.

Entonces, pedía a los encargados de los recintos que marcaran una serie de números hasta lograr que la alarma fuera desactivada, sin que las víctimas se percataran. Posteriormente, los delincuentes ingresaban a los establecimientos mediante un forado en el techo o en las paredes. Tras ello, con el método de oxicorte descerrajaban las cajas fuertes.

Los datos de la investigación han arrojado hasta ahora que la agrupación habría perpetrado más de 30 delitos desde noviembre a la fecha, seis de ellos en Valdivia. También han sido detectadas más de 200 llamadas a empresas desde La Serena a Coyhaique, por lo que se indaga si los sujetos viajaban a esas ciudades o contaban con una red de cómplices.