SANTIAGO.- No hubo anuncios sobre ayuda económica y social para América Latina, como propuso John F. Kennedy en 1961, pero sí un firme llamado a trabajar en conjunto en una alianza igualitaria entre Estados Unidos y todos los países de la región.
Ese fue el principal foco del esperado discurso para las Américas que pronunció esta tarde el
Presidente Barack Obama. Y es que durante media hora, el gobernante se abocó a sentar las bases de una nueva alianza para el progreso, donde todos "puedan esperar un estándar de vida adecuado, con dignidad y en libertad".
"El desafío del Presidente Kennedy perdura (...) pero luego de medio siglo debemos darle significado a esa labor, a nuestra manera, una nueva manera. Creo que en las Américas hoy no existen socios mayores o menores, solamente existen socios iguales", afirmó Obama.
Tras reconocer que no es el primer Mandatario de Estados Unidos en proponer una alianza estretégica, Obama señaló que su país pretende seguir trabajando con los países del hemisferio para cumplir con sus responsabilidades en ámbitos como la seguridad, el narcotráfico y el comercio.
En esa línea, alabó la promesa realizada por el Presidente Sebastián Piñera en orden a eliminar la extrema probreza de aquí a 2020. "Es un objetivo ambicioso, pero adecuado y en este viaje quiero expandir el comercio, la inversión, que puede ayudar a lograr este objetivo", expresó.
Asimismo, se comprometió a avanzar en la asociación transpacífica, en los acuerdos de libre comercio con Panamá y Colombia, a aumentar los préstamos para las Américas, a incrementarar el intercambio en educación y a impulsar energías sustentables seguras.
Tras ello, Obama dedicó varios pasajes de su alocución a destacar el gran desarrollo que ha alcanzado Latinoamérica y la importancia que le asigna Estados Unidos a la región, calificándola como una zona "pujante, orgullosa de su progreso y lista para asumir un papel mayor en los asuntos globales".
Aprovechó además esos instantes para destacar el rol que ha cumplido Chile en el fortalecimiento de la democracia y de los grupos de sociedad civil presentes en todo el mundo. También agradeció el "excelente liderazgo de Sebastián Piñera" y, en un gesto hacia la Concertación, mencionó a los ex presidentes del conglomerado "que guiaron al país a través de años de gran progreso".
Sus palabras fueron recibidas entre aplausos por Patricio Aylwin, Eduardo Frei y Ricardo Lagos, que poco antes del discurso sostuvieron un encuentro privado con Obama.
Independencia del pueblo cubano
Junto a lo anterior, se refirió a los pasos que los países deben dar en torno al tema de la inmigración, para que cada Estado pueda ofrecer oportunidades a sus ciudadanos, y a la lucha permanente por los Derechos Humanos. En ese sentido, mencionó el caso de Cuba y la necesidad de que los isleños tengan mayor independencia de sus autoridades.
"En el futuro seguiremos buscando formas de apoyar la independencia del pueblo de Cuba que creo que tiene el mismo derecho a la libertad que cualquier otro en el hemisferio. Yo haré este esfuerzo para tratar de quebrantar esta historia que ahora perdura más que la trayectoria de mi vida. Las autoridades cubanas deben tomar una decisión para defender los derechos básicos del pueblo cubano, porque ellos lo merecen", enfatizó.
El ejemplo de los 33
Al finalizar su discurso, el Mandatario recordó la historia de los 33 mineros de Atacama y su ejemplo de "fe y decisión que inspiró el mundo". El Presidente de Estados Unidos dijo que se trató de "un rescate milagroso, un homenaje al liderazgo chileno".
Añadió que si alguna vez "necesitamos un recordatorio de la humanidad y de las esperanzas que compartimos, ese momento en el desierto lo representó".
"Cuando un país como Chile decide hacer algo, no hay nada no puedan hacer. Cuando los países en toda América Latina se reúnen y se centran en un objetivo común y cuando los Estados Unidos hace lo suyo, no hay nada que no podamos lograr juntos. Y esa es nuestra visión de las Américas. Ese es el progreso que podemos lograr juntos", manifestó.
