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¿Padres o abuelos? Cómo se vive la paternidad después de los 50 años

Si bien es más usual que sean las mujeres quienes posterguen la maternidad por el desarrollo emocional y laboral, cada vez es más frecuente que los hombres decidan ser padres "maduros". Conozca los beneficios y problemas que puede acarrear.

19 de Junio de 2011 | 10:49 | Por Camila Pérez, Emol

SANTIAGO.- En febrero de este año, Rod Stewart se convirtió en padre por octava vez justo cuando cumplía los 66 años. Una situación similar enfrentó Paul McCartney que tuvo a su último hijo a los 61, sumándose a otros famosos que han decidido ser padres después de los 50 años, como Michael Douglas (58 años), Jack Nicholson (55) o Mel Gibson (53).


Esta situación, que es cada vez más común, puede ser beneficiosa para los hombres pero también puede traer varias dificultades tanto biológicas como psicológicas en la relación del padre con su joven hijo.


En Chile, un informe del Instituto Nacional de Estadísticas de 2008 indica que de los más de 246.000 nacidos vivos en ese año, 3.467 corresponden a niños de padres que sobrepasan los 50 años, 131 menores más que en 2007, cuando los nacimientos en este grupo etáreo se situaron en 3.336.


Uno de esos casos es Mario Gálvez, quien fue padre por cuarta vez a los 51 años. Su hija Florencia es fruto de su segundo matrimonio. Para Mario -hoy de 53 años- la paternidad lo rejuveneció y benefició a la pequeña, ya que a su juicio él está más consolidado, tanto emocional como profesionalmente, para disfrutar de esta etapa de la vida.


"Florencia es la más favorecida de todos. Yo ya pasé la etapa del carrete y hoy me encanta llegar temprano a mi casa y jugar con ella. Florencia está recibiendo lo mejor de mí, lo que no ocurrió mis tres hijos mayores", confiesa Mario.


Sin embargo, su mayor temor es no alcanzar a presenciar el desarrollo profesional de su hija, ante lo cual decidió asegurar la educación de Florencia y cuidar su salud. Por esto, Mario hoy procura nivelar su colesterol y dejó por completo el cigarrillo para "tratar de vivir lo máximo posible y poder acompañarla".


De acuerdo al psiquiatra de la Clínica Alemana Alejandro Koppmann este miedo es habitual entre los padres mayores, que temen "no estar presentes físicamente y no contar con buenas condiciones de salud", para atender las necesidades de los niños.


El discurso de la "experiencia"


Otro de los grandes temores es la gran brecha generacional existente entre padres e hijos, la que puede resultar caótica a la hora de discutir sobre sus opiniones o estilos de vida. Ante esto, el doctor Koppmann considera que es la madre quien cumple un rol fundamental de mediador y facilitador, "dado que suele tener una mayor cercanía generacional con el niño y pasa más tiempo con él".


Frente a frases como "yo a tu edad no hacía tal o cual cosa" o "según mi experiencia" el psiquiatra cree que lo esencial es velar por la comprensión y la atención de los hijos, "tratar de ver sus intereses y no confundir la experiencia que tienen con un manual de conducta que 'aplaste' u obstruya el desarrollo del hijo hacia su propia identidad".


En esta línea, Mario Gálvez reconoció que con Florencia espera que la relación "sea muy estrecha, como la que ya tenemos, y que la edad no sea un obstáculo, sino un puente que nos una para lograr una comunicación fluida y de confianza".


Los otros miedos


Muchos de los hombres que deciden ser padres después de los 50 años temen por los riesgos biológicos que ese desafío impone. El urólogo especialista en fertilidad del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, Cristian Acevedo, advierte que si bien los hombres tienen una fertilidad considerada "ilimitada" al comparase con las mujeres, en quienes disminuye a partir de los 30, en ellos también se reduce con los años.


"La fertilidad va disminuyendo en forma natural y se asocia a enfermedades que la pueden alterar de forma severa o irreversible", como diabetes y padecimientos cardiovasculares que ponen en riesgo la capacidad de fecundar, explica el especialista.


Otro de los efectos involucra específicamente a la cantidad y calidad de los espermatozoides, los que pueden presentar alteraciones en el material genético que transportan. Por lo tanto, "es posible que tengan una probabilidad mayor de producir malformaciones o trastornos de personalidad", asevera el urólogo, tras advertir que tales casos ocurren con menor frecuencia que cuando es la mujer quien pospone la maternidad.


Es por esta razón que el especialista recomienda a quienes deciden postergar hasta después de los 50 años el cambio de pañales o quieren repetir ese proceso, que se realicen exámenes como "un análisis completo de semen para ver el potencial de fertilidad y así poder predecir si hay algún problema". De ser necesario, las técnicas de fecundidad asistida son recurrentes y recomendables por quienes deciden ser padres en esa etapa de la vida.

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