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Santiago: Viernes 19 de abril del 2024 | Actualizado 01:32
SANTIAGO.- Una larga historia judicial que mezcla amor y negocios llegó a su fin. Esto luego que la Corte Suprema fallara a favor de la empresaria María Eugenia Barrera Arredondo quien demandó al rentista Claudio Solomone Corbeaux, quien fuera su pareja por 10 años, y que le adeudaba ni más ni menos que $181.854.320.
La mujer acudió a la justicia, según el fallo al cual accedió Emol, para que obligara a su otrora conviviente a reconocer la millonaria deuda que tenía con ella y que debía cancelar ahora que la relación amorosa que los unía expiró.
El dinero reclamado correspondía a las ganancias por la administración de una serie de propiedades en arriendo, de los que Barrera es dueña, además de pequeños créditos informales que la demandante entregó a su entonces pareja para ayudarlo en momentos en que éste pasó por crisis económicas.
La mujer expuso en la demanda que conocía a Solomone desde que ella era niña y que la relación amorosa que ellos tuvieron él la terminó.
Confidenció que el hogar en común que compartieron durante la convivencia era de ella y que su patrimonio se había incrementado con la herencia que le dejó su padre al morir y por el cobro de un millonario seguro por una vivienda que se les incendió.
La demandante dijo además que el dinero que además le había prestado a Solomone correspondían a inversiones que ella había hecho y pensiones de alimento de los hijos de su primer matrimonio con un ingeniero, lo que le proveía una gran cantidad de dinero.
En todas las instancias, la justicia le dio la razón a la mujer al establecer que existía una deuda pendiente entre ambos pues él tenía un mandato dado por ella en el que permitía cobrar los arriendos de sus inmuebles y que no constaba que esos dineros hayan sido devueltos, además de que no constaba la devolución de los préstamos informales que Barrera le hizo.
La sala civil de la Suprema ordenó la devolución de esta deuda de forma inmediata y en su totalidad para lo cual ambas partes deberán volver a encontrarse o establecer a través de sus abogados la forma y cómo deben ser restituidos estos dineros.
