Quieres ver tu clima local?
Mostrar
Santiago: Viernes 19 de abril del 2024 | Actualizado 21:10
SANTIAGO.- En momentos en que 11.057 candidatos a alcaldes y concejales de todo el país luchan por quedarse con la victoria el próximo 28 de octubre, ya hay algunos que se alzan como los grandes perdedores y/o ganadores antes de las elecciones municipales.
Ejemplo de ello son los distribuidores de la tinta que marcaba los dedos de quienes ejercían su derecho a voto. Desde estos comicios en adelante no se usará más este sistema de marcación, pues el Servicio Electoral (Servel) se inclinó por un mecanismo de tampones dactilares.
"Vamos a perder de facturar 43 mil unidades de tinta y tampones por no tener el tintado. Eso significa 45 a 50 millones de pesos más IVA, más todos los costos de producción", explica a Emol, Jorge Radler, dueño de la empresa "Industrial y Comercial Talinay".
Para la distribuidora -que prestó servicios para las elecciones de 1996, 1999, 2000 y 2009-, esta venta significaba un 50 por ciento de la venta anual.
"Se pierde la nostalgia de que todos los ciudadanos tengan su dedo entintado y nosotros perdemos el sueño de venderle el producto a todo el país", añade.
El lamento de Radler radica además en que su empresa ya estaba trabajando en los tampones dactilares, pero -explica- las autoridades optaron por otra, argumentando que "nuestro envase no tenía una bisagra, la tapa no estaba unida a la base y pensaron que podía secarse".
"Depresión electoral"
Otros afectados por el proceso electoral son los encargados de la limpieza municipal.
En la comuna de Ñuñoa, por ejemplo, un trabajador de los servicios de aseo y ornato critica que "todos los candidatos se preocupan de llenar las calles de papeles, rayados y palomas, pero no de la limpieza".
"Esa es pega de nosotros y no podemos ni reclamar", expresa el funcionario, que se identifica sólo como Ricardo, que lleva más de 20 años desempeñándose en estas labores.
"Cada cuatro años me baja la 'depre'", dice entre risas, ocultando -en parte- su resignación. "Es mi trabajo", subraya.
"Nuestra mejor época"
En la vereda contraria están las imprentas, que viven su momento de gloria cuando llega este tipo de procesos. Todos las requieren para la confección de flyers, pancartas, palomas y gigantografías.
"Esta es nuestra mejor época. En un mes normal podemos llegar a vender entre 5 a 6 millones de pesos, pero durante las campañas nos aumenta al doble", explica a este medio Dominique Moraga de la agencia que lleva su nombre.
De acuerdo a cifras de mercado, las agencias cobran cerca de 2 mil 700 pesos por metro cuadrado de impresiones. Una "paloma" llega a costar $5.400 y una gigantografía 54 mil.
En "GMSLIFE Publicidades", especializada en la impresión en tela de PVC para las palomas, también sacan cuentas alegres en este período.
"Nuestra ganancia bordea los dos millones de pesos. Además, no discriminamos sector político, el que nos pida lo atendemos", precisan desde la compañía.
Cuadrillas en camiones
Uno de los partidos políticos más importantes del país contrata camiones por lo que dura la campaña para que sus trabajadores levanten la publicidad.
"Nos ganamos cerca de dos millones de pesos por poner y sacar las palomas todos los días", explica Ramón a Emol, quien es conductor de la máquina y líder de un grupo de ocho personas que labora junto a él.
"Claro que hay que estar 'vivito' con los que se hacen los chistositos y nos hacen tira la propaganda. Si pillamos a uno le hacemos saber que eso no está bien", agrega.
En medio de esta "guerra publicitaria", los candidatos municipales tienen hasta el próximo jueves 25 de octubre para hacer campaña en las calles. Después de eso, deberán limpiar cada una de las arterias del país y esperar si la inversión valió la pena.
