Andrés Benítez: No fue "debacle" para la derecha y Matthei debe convocar a votantes de Piñera

SANTIAGO.- Para Andrés Benítez, analista político y rector de la Universidad Adolfo Ibáñez, el resultado de la elección presidencial dejó muy claro un hecho: no fue una debacle para la Alianza, pero la centro derecha "perdió".

Y en el caso de la Nueva Mayoría, opina que no "arrasó" en las urnas como amenazaba "con soberbia", mientras su candidata, Michelle Bachelet deberá enfrentar una segunda vuelta sabiendo que si llega a La Moneda, muchas de las reformas prometidas deberá negociarlas con una "oposición digna" en el Parlamento.

¿Fue un resultado inesperado el de las presidenciales?
-"Es esperado en el sentido de que todos esperaban que Bachelet y la Nueva Mayoría ganaran la elección, pero fue un escenario menos malo para la Alianza en la presidencial, porque podría haber sido derrotada en primera vuelta. Sin embargo, fue bastante malo en la parlamentaria, los doblajes que se alcanzaron en la Cámara de Diputados prácticamente dejan a la Nueva Mayoría en los 4/7, si se suma a Gabriel Boric y Giorgio Jackson".

-Pero en el Senado no se cumplieron todos los doblajes que buscaba la Nueva Mayoría
"Claro, pienso que una lección para Bachelet y la Nueva Mayoría es entender que no tienen todos los votos que ellos quisieran y que, por lo tanto, lograr gran parte de su programa va a requerir que negocien. Bachelet debería tomar como una buena noticia el hecho de tener una oposición viva. Hay que reconocer que el resultado para la derecha es malo, no una debacle".

-¿Qué problemas ve en esta Nueva Mayoría?
"Lo que ellos llaman mayoría, o sea lo que no es de derecha, tampoco es una mayoría. Hay independientes, hay nueva mayoría que incluye ahora al PC. O sea, tienen que ponerse de acuerdo entre ellos. El problema es que Bachelet ya tuvo mayoría en su primer mandato y la perdió a los 6 meses. Entonces, acá sacar cuentas simples no es tan fácil".

-¿Qué debiera hacer Matthei para remontar la amplia ventaja de Bachelet?
"Esta elección probó que Bachelet es una gran candidata, pero tiene una votación no muy distinta a la de otros candidatos (en elecciones pasadas). Entonces, en primer lugar, votó poca gente y la gente que dejó de votar, son prácticamente los que de alguna manera votaron por Piñera y no por Matthei. No hubo un trasvasije de votos hacia Bachelet, lo que sucedió fue que hubo gente que Matthei no representa bien en la derecha. ¿Qué puede hacer ella? Tiene que reconquistar votos que no llegaron. En este poco tiempo, la clave es convocar a aquellos parlamentarios que fueron elegidos y que nunca se cuadraron detrás de Matthei. Por ejemplo, Allamand y Ossandón. Si trabajan por ella, Matthei pueda aspirar a conquistar el voto más amplio de la derecha y acercarse a lo mejor al 40 o 43 por ciento que sacó Piñera".

-Y qué debe hacer Bachelet, ¿moderar el discurso o extremarlo en segunda vuelta?
"Ella tiene que hacer poco, necesita un 3 por ciento más de votos que los va a sacar de rebalse. Pero en este periodo tiene que empezar a moderar expectativas. Ella sacó el 46 por ciento de la mitad de la población que votó. Es decir, no tiene la mayoría del país de la gente que votó y del padrón electoral, tiene un 25 por ciento".

¿De qué da cuenta que todos los parlamentarios de la Alianza hayan obtenido más votos que Matthei?
"En primer lugar, que la derecha es más grande que Matthei y que la derecha se parece un poco a Piñera, que saca el 40% de los votos. Esa es una buena noticia. Por su parte, Matthei tiene dos problemas, uno que llegó tarde (a la campaña) y después de un proceso totalmente convulsionado, y el segundo es que no ha tenido un buen mensaje. Ha estado muy sola, nadie la ha apoyado. Ella debe conquistar primero a sus senadores que tienen votos interesantes en la Región Metropolitana. Si no es capaz de eso, no va a ser capaz de conquistar a nadie".

-¿Cómo lee el resultado de Franco Parisi y de ME-O?
"Los independientes siguen sumando como el 22 por ciento de siempre. Juntos sumaron un poco más de lo que sumó ME-O solo. En Chile hay espacio para eso, y es bueno para un grupo de gente que siempre busca una alternativa a los grandes bloques. Este país hubiera realmente cambiado si entre ME-O, Parisi y los otros hubieran sacado un 30 o un 40 por ciento de los votos. Los grandes bloques siguen dominado la acción por mucho que se los critiquen".

-En caso de confirmarse triunfo de Bachelet, ¿los líderes estudiantiles podrían convertirse en los nuevos díscolos si es que sus reformas no apuntan a los grandes cambios que ellos pretenden?
"Ellos van a pedir reformas más radicales en educación y ese es el tipo de cosas que van a tener que administrar. Por ejemplo, esto de la gratuidad en educación no es un dogma para todos en la Nueva Mayoría, hay gente que piensa que la gratuidad total es absurda".