La obsesión que derivó en el primer "femicidio" del año de una pareja del mismo sexo

SANTIAGO.- Los vecinos de la población José Arellano de Cartagena no olvidarán el 21 de noviembre pasado. Música estridente y fuertes gritos interrumpían la tranquilidad de muchos que esa mañana temieron lo peor cuando vieron llegar ambulancias, Carabineros y la PDI hasta la casa que Elizabeth Sandoval Leiva (33) compartía con su pareja, Grace Soto Martínez (33), la primera víctima de "femicidio" de una pareja del mismo sexo en lo que va de año.

Aunque la muerte de la joven es considerada por la "Red Chilena contra la violencia hacia las mujeres" como el 57° caso de este tipo de delito en el año, la Ley Nº 20.480 no incluye a parejas del mismo sexo.

"Nosotros le decíamos 'quédate, vamos a hacer la denuncia o constatar lesiones, pero nunca quiso nada", recuerda Margarita (29) con la "impotencia de no haber podido hacer algo más" por su hermana ya sin vida a causa de una puñalada en el tórax perpetrada con un destornillador.

Grace y Elizabeth -detenida en la cárcel de San Antonio y formalizada por femicidio- se conocieron en 2004. Ambas vivían en calle Los Faluchos y tenían hijos de casi la misma edad. La amistad que entablaron se convirtió rápidamente en una relación que al año las tenía conviviendo.

"Ellas se llevaban bien. El problema era cuando la Eli tomaba", dice Margarita. "Todas las peleas de ellas eran violentas, pero ninguna como ésta. Mi hermana llegaba a la casa de mi mamá con la cara desfigurada, llena de moretones, golpes en el cuerpo y muchos rasguños. Le pegaba en la cara para dejarla marcada", afirma.

Los celos

Aunque las circunstancias del crimen están siendo investigadas, la joven comenta que los celos pudieron gatillar la discusión que costó la vida a su hermana. "Un día me confesó que Elizabeth le dijo que era prostituta. Grace tenía mucha pena. De hecho, la Eli llegaba con hombres a la casa. La pilló dos o tres veces con hombres en la cama y por eso habían peleas muy fuertes. Pero no hacía nada por miedo y por amenazas", cuenta.

Su padre, Manuel Soto, agrega que Grace y su pareja "discutían y se golpeaban siempre. Mi señora le decía que la dejara, que se fuera con nosotros, pero ella nunca nos hizo caso. Era un amor enfermizo, casi obsesivo que tenía con esa mujer, vez que peleaban se maltrataban".

"Mi hija sospechaba que ella tenía a alguien, hasta que los sorprendió en la casa. Esa noche, Elizabeth y el hombre que estaba con ella le pegaron entre los dos a mi hija. Nunca nos dijo. Cuando nos enteramos sentí impotencia, porque ella era mi partner, trabajaba conmigo en la construcción y me ayudaba. Era todo para mí".

Y añade: "De primera teníamos buen trato con ella, pero después que supimos que tenía un hombre y todo lo que le hacía a mi hija, nunca más llegó a la casa, ella misma se alejó hasta lo que ocurrió ese día".

Doble vulnerabilidad

Aun cuando el Sernam trabaja en una modificación de la ley, incorporando en ella todo tipo de violencia de género, el director del Área de DD.HH. del Movilh, Rolando Jiménez, recuerda que la muerte de Grace Soto Martínez "se suma a otros muchos episodios entre parejas del mismo sexo que viven una doble vulnerabilidad, pues el Estado no ha implementado políticas ni programas para prevenir y enfrentar esta realidad".

"Esto requiere de un profundo cambio en los órganos estatales. Hay mujeres que sufren violencia de sus parejas mujeres y hombres que son víctimas de abusos de sus parejas hombres. La relación exclusiva entre hombre y mujer no es la única que debe ser amparada con medidas preventivas. Las familias homoparentales enfrentan situaciones similares a las heterosexuales, pero son más vulnerables por falta de políticas que las orienten y ayuden y frente a eso se requieren medidas especiales", indica.

"Este año, propusimos al Sernam una casa de acogida para las mujeres que sufren violencia en manos de sus parejas mujeres. El Sernam se comprometió a avanzar en esta idea. Dada esta realidad, estamos preparando para 2015 un programa de atención a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales que son víctimas de violencia intrafamiliar, donde habrá especialistas para entregarles apoyo", agrega.

En la actualidad, existen 96 centros de la mujer, 23 casas de acogida, 3 centros de prevención y atención a víctimas de agresiones sexuales y 15 centros de reeducación de hombres que ejercen violencia en contra de su pareja.