Proyecto de despenalización del aborto considera "objeción de conciencia" de los médicos

SANTIAGO.- Como una tarea impostergable calificó la presidenta Michelle Bachelet el ingreso delproyecto de ley para despenalizar la interrupción del embarazo en tres causales: inviabilidad fetal, riesgo de la madre y violación. Sin embargo, afirmó que como la iniciativa enfrenta situaciones extremas y está en juego las convicciones de las personas, serán los médicos quienes podrán hacer "objeción de conciencia" y no tratar a la paciente afectada.

"Este proyecto encara situaciones extremas, donde las convicciones profundas de cada persona están en juego y debemos ser respetuosas con ellas, como la comunidad diversa y tolerante que somos, se le reconoce a los médicos cirujanos la posibilidad de expresar su objeción de conciencia", afirmó la mandataria haciendo énfasis en que "se hace también explícito el deber ético del médico afectado por esta situación de informar de forma oportuna cuando una paciente se encuentra en alguna de estas causales".

Esto, porque el proyecto establece que "el prestador tiene la obligación de derivar a la mujer a un profesional que no tenga la objeción de conciencia", y de esta manera pueda ser atendida bajo los principios que haya declarado.

Pero no es todo. La iniciativa contempla "la obligación del prestador de Salud de entregar consejería", bajo cualquiera sea la causal. "En ella se entregará de manera oportuna y clara toda la información que se necesita para tomar una decisión", agregó Bachelet.

Asimismo, detalló que en casos de violación o inviabilidad fetal, el prestador deberá entregar por escrito información sobre las alternativas a la interrupción del embarazo. "Como gobierno apoyaremos los proyectos del ley de los parlamentarios que buscan dar protección y acompañamiento a las mujeres con embarazos vulnerables", sostuvo.

Confidencialidad

Un aspecto no menor para la mandataria es la "modificación legal que privilegia el deber de confidencialidad por sobre el deber de denuncia ante el interrupción del embarazo".

Según detalló la presidenta, "se trata de prevenir que la mujer se inhiba de entregar información fidedigna de su condición de salud al personal médico o solicitar asistencia por temor a una posible sanción penal".

La jefa de Estado precisó que de acuerdo con el ordenamiento jurídico, el presente proyecto da autonomía limitada para las menores de 18 años y mayores de 14 años. "Si bien se le da eficacia a su manifestación de voluntad se cautela el conocimiento de sus padres o representantes legales. El caso de las menores de 14, ellas deben actuar con la autorización de sus representantes. No obstante, es importante dar un espacio legítimo de discernimiento y opinión".

Para ello, el proyecto establece en caso de diferencia con sus representantes, la posibilidad de la menor de acceder al Juez de Familia, para obtener su pronunciamiento. En esa línea, Bachelet afirmó que dado que el drama de la violencia sexual que afecta a niñas suele ejercerse en su propio circulo familia, la iniciativa "autoriza al personal médico a prescindir de la autorización del representante legal de las menores de 14 años si existen antecedentes que de solicitarla se expondrá la menor a riesgo de violencia intrafamiliar o abandono”. En este caso también se solicitará al juez correspondiente la autorización.

Por último, afirma que para poder interrumpir el embarazo, la mujer requerirá el diagnóstico de un médico cirujano ratificado por otro profesional. Aunque, "se reconocen excepciones en los caso en el que se requiera una intervención médica inmediata o impostergable, por ejemplo cuando el riesgo para vida o salud de la mujer sea inminente", indicó Bachelet.