SANTIAGO.- Aunque la mayoría de los chilenos se declara feliz, un porcentaje importante (34%) dice lo contrario, de acuerdo con un estudio realizado por Cimagroup dado a conocer hoy.
La investigación midió, a través de mil entrevistas en hogares a nivel nacional, el grado de satisfacción de hombres y mujeres desde los 13 a los 80 años de edad.
De este modo, en una escala de 1 a 5, el 66% de los encuestados asegura ser feliz, con una diferencia mínima entre hombres y mujeres (68% y 64%, respectivamente).
La mayor disparidad se da por edad y por grupo socioeconómico. Así, el estudio arroja una fuerte diferencia especialmente entre el sector ABC1 y el resto. El 79% de los sectores altos se declara feliz y la cifra disminuye a un 65% respecto de los estratos medios.
Además, el grado de satisfacción es alto entre los jóvenes de 13 a 17 años y va decreciendo después de los 40, con excepción de los sectores altos. El cambio más brusco se da en las personas de sectores socioeconómicos bajos, que al avanzar en edad diminuye considerablemente su grado de felicidad.
"En los países desarrollados la felicidad tiene la forma de una U a lo largo de la vida; es decir, disminuye al entrar a la edad adulta, pero se vuelve a incrementar con la jubilación. En nuestra sociedad, los jubilados del decil más rico son los únicos que muestran este comportamiento; el resto de nuestros ancianos lo pasa mal". explica el presidente de Cimagroup Chile, Pablo González Vicente.
Casados, más felices que los solteros
Uno de los mitos que derriba esta investigación es la tensión que existe entre maternidad y trabajo, ya que las mujeres que trabajan son más felices que las dueñas de casa.
Asimismo, y en concordancia con otros estudios nacionales e internacionales, la medición arroja que los casados son más felices que los solteros. Junto con ello, el grado de satisfacción de las personas que viven solas es muy inferior al promedio (40%).
En cuanto a los factores que más inciden en la felicidad, el primer lugar lo ocupa la familia, esto en un mayor porcentaje en el grupo femenino. A continuación, se ubica la situación económica y la vida amorosa.
Respecto del primer aspecto, de acuerdo con la medición, las mujeres adultas están menos satisfechas con su vida familiar (70%) que sus parejas (75%).
En tanto, el factor económico es el que genera menos felicidad, ya que sólo un 33% lo califica con nota 6 o 7.
También hay diferencias importantes entre los adultos con hijos y aquellos que no tienen descendencia, donde el grado de satisfacción del primer grupo depende de la situación económica, la vida amorosa y el uso provechoso del tiempo libre. Mientras, en los adultos con hijos la felicidad depende de la vida amorosa y familiar.
Pese a que la encuesta no permite concluir si las personas son más o menos felices que antes, el 41% de los consultados se siente más feliz que sus padres, y en las mujeres esta proporción aumenta.
Al respecto, Pablo González explica que "la incorporación masiva de las mujeres a la vida laboral puede estar explicando su mayor sensación de felicidad con respecto al pasado. Asimismo, esta percepción es más fuerte entre los grupos socioeconómicos medios y bajos, donde el crecimiento económico del país puede estar siendo un factor explicativo relevante".
Al mencionar en forma espontánea cuál es el aspecto que ha otorgado mayor satisfacción, un 49% apunta a la familia. Frente a la pregunta de cuál es la principal amenaza a la felicidad, un 23% menciona "la muerte de un familiar".
