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Enfermera acusada de millonaria estafa a isapre se dio vida de lujo

El fiscal reveló que Olga Montecinos Cárdenas (49) viajaba periódicamente al Caribe, Brasil y México y tenía pagos mensuales por dos millones de pesos en tarjetas de crédito.

07 de Mayo de 2010 | 13:54 | Por Francisco Águila, Emol
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Hoy fue formalizada la enfermera Olga Montecinos (49), quien arriesga hasta 10 años de prisión.

Luciano Riquelme, El Mercurio

SANTIAGO.- La enfermera Olga Montecinos Cárdenas (49), acusada de estafar en $1 millón de dólares a la isapre Colmena Golden Cross, donde se desempeñaba, se habría dado una vida de lujo durante los 5 años en que cobró cheques de manera fraudulenta, aumentando en ocho veces su sueldo mensual.


Así lo dio a conocer el fiscal jefe de la fiscalía de Ñuñoa y Providencia, Carlos Gajardo, durante la audiencia de formalización de la imputada, que se realizó hoy.


"Con este dinero, que mensualmente recibía, hizo compras de propiedades. Se ha incautado un automóvil y tenía viajes al extranjero de manera periódica al Caribe, Brasil, República Dominicana y México, y tenía pagos mensuales por dos millones de pesos en tarjetas de crédito. Efectivamente ella se dio una gran vida", señaló el persecutor.


Indicó además que la imputada, quien fue formalizada por los delitos de estafa y uso malicioso de instrumento privado mercantil, arriesga hasta 10 años de prisión.


En la audiencia, el fiscal Gajardo -quien logró la detención de la enfermera tras una investigación de sólo cuatro días, junto a la Bicrim de Providencia- detalló que la mujer era la encargada de hacer los reembolsos a la familia de la joven M.A.J.C., quien sufrió una leucemia en 2001, de la que se recuperó tras un trasplante de médula ósea realizado en el hospital Valle de Hebrón de Barcelona, España.


La enfermera fue guardando los documentos que recibía de la familia para la devolución de dineros.


Pero luego, tras la separación de los padres de la paciente, vino un dictamen judicial que ordenó la entrega de los reembolsos a la madre de la joven mediante cheques abiertos y no cruzados, lo que le dio la oportunidad a la imputada de depositar los montos en su cuenta corriente, en 49 oportunidades.


Lo anterior lo hacía falsificando la firma de la madre de la joven y los números de serie de las facturas entregadas por la familia de la cotizante.


El fiscal Gajardo agregó que desde que comenzó la reforma Procesal Penal se acreditaron más de $320 millones en fraude, a los que se suman otros $200 millones defraudados antes de junio de 2005, por lo que la suma llega a los $528 millones (US$1 millón), dineros que la fiscalía intentará recuperar.


En tanto, la isapre se querelló contra la mujer a través del abogado Claudio Arellano, quien sostuvo que Montecinos trabajaba también de sicóloga en la entidad, que se aprovechó de la confianza que la empresa había depositado en ella y del respeto que se había ganado en sus 23 años de trabajo.


Mientras que el abogado defensor privado, Rodrigo López, no presentó argumento alguno en contra de los antecedentes que entregó el fiscal Gajardo en audiencia, señalando sólo que su representada quería declarar ante el persecutor.

Las pruebas que inculpan a la profesional



Durante la investigación, los efectivos de la Bicrim de Providencia de la PDI realizaron una exhaustiva revisión de los movimientos financieros que Olga Montecinos realizó al interior de la isapre, así como de su oficina.


 


Según relató el fiscal Carlos Gajardo en la audiencia, los funcionarios hallaron el último de 49 comprobantes de depósito del 23 de abril en su cuenta corriente por un monto de $8,4 millones, sobre su escritorio.


 


También estaba la copia original del oficio con la resolución del tribunal de menores que solicitaba que los cheques extendidos a nombre de la madre de la joven fueran abiertos y sin cruzar, y las copias de los documentos de la clínica en Barcelona.


 


Mientras que en el sistema informático de la isapre aparecía su código "Olguita", con el que solicitaba los cheques.


 


Asimismo, se encontró panfletos de la campaña que debió realizar la familia de la joven para costear los gastos de la operación y la estadía en Barcelona en 2001.


 


En su domicilio, de la calle Exequiel Fernández de Ñuñoa, se encontraron al menos cinco comprobantes bancarios más de los depósitos.


 


Todos los documentos que la policía halló fueron entregados al fiscal Gajardo, quien los usará como medios de prueba en el juicio oral.

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