NUEVA YORK.- La fusión de Hewlett-Packard y Compaq debía recibir este miércoles la luz verde de los accionistas de Compaq, pero la espera podría durar aún semanas luego de un voto demasiado ajustado en HP.
El grupo texano Compaq, número dos mundial de las computadores personales (PC) detrás de Dell, se encuentra finalmente en el centro de la atención, ya que la batalla que se desataba en HP contra la fusión lo había relegado a un segundo plano en las últimas semanas.
Sus accionistas deben pronunciarse sobre la fusión en una asamblea general extraordinaria que debía comenzar este miércoles de tarde, a las 14H00 locales (20.00 GMT) en un hotel de Houston (Texas, sur), cerca de la sede de la compañía.
Hewlett-Packard propone comprar Compaq por aproximadamente 20.000 millones de dólares por intercambio de acciones. La operación crearía al número uno mundial de las computadores, desde los PC hasta los servidores, con un volumen de negocios del orden de 80.000 millones de dólares.
El voto de los accionistas de Compaq no depararía grandes sorpresas. "Tendremos un margen muy amplio" a favor de la fusión, afirmó el presidente de Compaq, Michael Capellas, en la cadena de información financiera CNBC, basándose en la intención de voto de los grandes accionistas.
La fusión presenta ventajas tanto para Compaq, una compañía de apenas 20 años que se encontraría así en el seno de uno de los grupos más prestigiosos de Silicon Valley (California), la Meca de la industria de la alta tecnología, como para sus accionistas, que recibirán una prima si la misma se concreta.
Por las mismas razones, suscitó una fuerte resistencia en las familias Hewlett y Packard, que poseen aún 18% de HP, y en una parte de los asalariados de HP, que temen que Compaq sea más una condena que un triunfo.
Luego del voto el martes de sus accionistas, la dirección de HP cantó victoria, afirmando que había un margen "estrecho pero suficiente" a favor de la fusión, sobre la base de "resultados preliminares".
Pero esa victoria fue cuestionada por su principal adversario, Walter Hewlett, que estima que la votación es demasiado ajustada y se niega a reconocerse vencido hasta la publicación de los resultados oficiales.
Ninguno de los dos bandos brindó cifras. Según algunos medios estadounidenses, citando el entorno de Walter Hewlett, la diferencia sería de menos de 1%, menos de 20 millones de acciones HP sobre un total de 1.940 millones.
En ese contexto, sólo un conteo manual minucioso de las papeletas permitirá determinar cuál es el bando ganador. Pasarán así al menos algunos días y en el peor de los casos varias semanas, antes que se anuncie un resultado oficial.
Los cientos de miles de votos, ejecutados por correo, por fax o el martes en la asamblea de los accionistas, fueron reunidos en Delaware, en la costa Este, donde una sociedad especializada, IVS Associates, efectuará el conteo.
La operación es complicada por el hecho que los accionistas pudieron votar varias veces hasta el cierre, por una u otra opción, y sólo el último voto es tomado en cuenta.
Walter Hewlett, hijo de uno de los dos fundadores, cuenta en parte con esos votos y con cambios de último minuto, que no fueron incluidos en los resultados preliminares de HP.
Sea cual sea el resultado final, HP se encontrará profundamente dividida, con dos bandos con fuerzas similares.
La gerente general de HP, Carly Fiorina, habrá salvado su cabeza si logra imponer la fusión pero deberá gerenciar una montaña de amargura, de frustraciones y de inquietudes tanto entre los asalariados como entre los accionistas.
"Una vez que el tono se tranquilice, esperamos poder dejar los rencores de lado y encontrar un terreno común", señaló el martes.
