En mayo cada establecimiento educacional de nuestro Chile volverá a recordar al marino ejemplar que fue Arturo Prat. En este "mes del mar", seguro que se dialogará, dibujará o desfilará en torno a este hito histórico.
Educadores, padres, encargados municipales rememorarán lo que ya conocemos hace tiempo y podrán, además, aprovechar esta oportunidad para vincular al héroe que pudo ser Arturo Prat con nosotros mismos. Preguntarnos sobre el significado del heroísmo encarnado.
¿Por qué Arturo Prat es un héroe?
Una pregunta clave que desafía a vincular contenidos (historia, lenguaje, ciencias) y desarrollo socioafectivo y valórico; contarles a nuestros estudiantes que Arturo Prat fue niño como ellos, con sus altos y bajos.
Que la diferencia la hace el que aprendió desde muy joven en su escuela y familia que hay que ir por la vida dando testimonio de aquello en lo que de verdad se cree, con sentido de misión y defendiendo lo que más se valora.
Se es héroe como resultado de aprendizajes significativos que nos comprometen con nosotros mismos y con quienes convivimos.
Formar en convicciones profundas es tarea de familias y escuelas, aprovechando estos "hitos" que las sociedades cultivan justamente para marcar algunos valores fundamentales.
Arturo Prat ya cumplió. A nosotros nos toca ahora inspirar la reflexión acerca de cómo contribuiremos a hacer patria con convicciones por las cuales nos las vamos a jugar cada uno en el futuro.
El heroísmo no es un accidente, sino una construcción sistemática en los valores y actitudes que guían la convivencia. Porque Prat aprendió todo eso antes es que pudo actuar "heroicamente" trascendiendo desde entonces y para siempre.
