“Se han dado todas las posibilidades para desmembrar a la familia, en vez de ayudarla a que permanezca unida”, dice, convencido, Ricardo Viteri. El director de separadosdechile.cl culpa la entrada en vigencia -en noviembre de 2004- de la ley de divorcio, una posible regulación de las uniones de hecho y el poco interés estatal en crear espacios para la reconciliación marital, como algunos de los factores que mantienen altas las cifras de separaciones legales en el país. Según los datos entregados por su sitio web, y basándose en la información entregada por el registro Civil y el Poder Judicial, desde fines del año 2004 hasta marzo de 2010 se han divorciado más de 227 mil personas, y sólo el año pasado lo hicieron 49 mil 949 parejas versus los 57 mil 963 que se registraron. “Hoy se nos ha dado la opción a pensar en el matrimonio como otro producto desechable. Si está la opción de divorciarse, las personas ya no lo piensan tanto para casarse”, dice Viteri, quien insiste en que, de regularse las uniones de hecho y basándose en la experiencia de otros países, durante los primeros 2 ó 3 años, éstas “duplicarán la cifra de matrimonios en los primeros tres a cinco años de vigencia de una ley de tal naturaleza". Sin embargo, no todo es tan malo para la vieja tradición del marido y la mujer. “Hemos detectado que por lo menos de 10 personas que llegan solicitando apoyo antes de decidir divorciarse, tres se reconcilian definitivamente con la pareja, coincidiendo con las cifras que nos han dado”, explica. Mientras el año 2006, el 10,11% de las demandas de separación presentadas en los tribunales de familia fueron desechadas por abandono de la causa o la no entrega de antecedentes, el año pasado correspondió al 31,54% del total. “Hay matrimonios que se están arrepintiendo en los mismos tribunales, cuando ya se habían visto enfrentados a la decisión legal. Por eso creemos que si el Estado entregara las instancias -una persona que escuche a la pareja, vea cuál es la problemática y estudie la posibilidad de revertir la situación-, habría una cantidad importante de familias que no se van a desmembrar. Estamos hablando de una cifra importante, el 30%, y que detrás hay 1,9 niños por pareja que sufren las consecuencias de una decisión de esta naturaleza, que a veces no es tan pensada”.
Empatía, el camino a la reconciliaciónSOS Crisis, es un servicio que ofrece el grupo dirigido por Viteri. Es gratuito y esta dirigido a aquellos matrimonios que ven un inminente quiebre. Es aquí donde han podido observar que al menos 3 parejas de 10 terminan desistiendo de dar inicio a un divorcio. Existen otros que presentan cifras aún más alentadoras, como
Retrouvaille, un programa de origen católico y sin fines de lucro, que acoge a matrimonios de todas las religiones desde el año 2003 en Chile. Desde esa fecha, de las 369 parejas que han acudido -a punto de separarse o ya separados- 314 han vuelto a estar juntas satisfactoriamente, como asegura una de sus coordinadoras, Claudia del Campo. “El programa enseña una forma nueva de dialogar entre la pareja, distinta a la que han usado por años y no les ha servido. Ese es el instrumento que se les entrega”, explica. Del Campo profundiza en la manera en que trabajan con los matrimonios, y comenta que lo que intenta hacer el programa es que las personas logren identificar sus sentimientos y los de su pareja, se pongan en su lugar, hasta que las conversaciones dejen de ser acusaciones y explicaciones, sino que un diálogo más profundo. “Es el lenguaje que todos usábamos cuando estábamos pololeando y que después, al pasar los años, parece que se nos va olvidando”, comenta Del Campo. “Otra de las cosas que siempre les recalcamos a los matrimonios es que el amar al otro no es sólo una cosa de sentimientos, de ‘sentirse’ enamorado, sino que hay que tomar la decisión de mantener esa relación a lo largo del tiempo, de cultivarla, verla crecer, dedicarle tiempo, esfuerzo, atención, como se le dedica a muchas otras cosas en la vida, que no funcionan si no les pones dedicación”, afirma.
