EMOLTV

Cientifícos prueban que los árbitros se dejan seducir por el equipo local

07 de Abril de 2011 | 10:25 | Por Christina Horsten, DPA
imagen
El Mercurio

COLONIA- Es sabido que jugar de local ayuda, pero lo que no estaba tan claro hasta ahora, al menos con fundamentos científicos, era que el subconsciente de los árbitros también se viste de los colores del equipo de casa.


La discusión sobre los árbitros benignos con el equipo local en el fútbol es tan antigua casi como el deporte, y ahora vuelve a renovarse. Los jueces enseñan más tarjetas amarillas a los equipos visitantes, y a los locales les dan más tiempo de descuento si lo necesitan. Eso sí, de forma subconsciente y cada vez menos.


Un ejemplo se dio el fin de semana pasado en la Bundesliga alemana: el Colonia logró frente al Núremberg, por 1-0, su séptima victoria consecutiva en casa, gracias a un gol conseguido en el segundo minuto del descuento.


Fue un caso clásico de fortaleza en casa.¿Pero también de ventaja por ser local? ¿Debería el árbitro haber dado por terminado el partido mucho antes? Y también está el ejemplo de las tarjetas: de las 33 que se mostraron aquella fecha de la Bundesliga alemana, dos tercios fueron para jugadores de equipos visitantes.


¿Casualidad? Esa pregunta tan polémica cada jornada de liga la responden ahora los expertos tras años de investigación con un absoluto "no". Estudios de científicos del deporte y economistas llegan todos a un mismo resultado.


 "Este tipo de distorsión está muy extendida en todas las ligas profesionales europeas y también de Estados Unidos", asegura Thomas Dohmen. El director del Instituto de Investigación para el Mercado Laboral y la Formación Profesional de la Universidad de Maastricht reunió datos de doce fechas de la Bundesliga para sus estudios del fenómeno.


Lo que también descubrió es que la parcialidad no se produce de forma consciente. Por ejemplo, los árbitros dan de media 22 segundos extra de tiempo de descuento cuando el equipo local está un gol abajo. "se es el tiempo exacto que se necesita para alcanzar de nuevo la portería rival. Puede ser por lo tanto decisivo", dice Dohmen.


Los penales y los goles concedidos de forma incorrecta también caen, según sus datos, más frecuentemente del lado local.


Las amarillas, por el contrario, van preferentemente a los jugadores visitantes. Las estadísticas muestran "media" tarjeta más por partido que para el conjunto local, advierte Daniel Memmert, director del Instituto para la Investigación Cognitiva y Deportiva en la Escuela Superior de Deportes Alemania en Colonia.


El factor más importante para esto es el ruido de los espectadores. Los experimentos habrían demostrado que los árbitros están más inclinados a mostrar tarjetas cuando hay gradas ruidosas, dice Memmert.


"En el subconsciente el ruido se considera como un signo de que ahí hubo algo que merecía tarjeta amarilla", explica. Cuantos más espectadores y cuanto más cerca del campo se sienten, mayor es la probabilidad de una distorsión en el juego.


Para el ex árbitro Lutz Michael Frhlich, director del departamento de árbitros de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), este fenómeno tiene más que ver con lo que sucede sobre el campo. "Es consecuencia de los diferentes sistemas de juego de los equipos", asegura. "El equipo rival normalmente recibe más presión, tiene que defender más y por tanto hace más faltas".


En Alemania, no obstante, quieren afrontar el problema. La Escuela Superior de Deportes de Colonia desarrolla, bajo gran secreto, programas con los que los árbitros pueden entrenar su subconsciente. "Es una distorsión que lleva a decisiones que no son correctas", avisa Memmert. "Por eso hay que afrontarlo para hacer del juego algo más objetivo para todos los participantes".


En cualquier caso, la ventaja local estadísticamente demostrada se ha reducido cada vez más en las últimas décadas, advierte el investigador. Por un lado, porque los viajes de los equipos son más cómodos; por otro, porque el interés mediático por los partidos fuera de casa se ha igualado entre tanto al que despiertan los duelos en estadio propio. Pero jugar en casa sigue siendo un asunto de peso.


EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?