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Ojo, las mujeres podemos desarrollar una tercera mama

“Los seres humanos somos mamíferos y como tales, hombres y mujeres pueden tener más de una mama”, explica un experto. ¡Y secretan leche!

22 de Marzo de 2013 | 16:08 | Por Francisca Vargas V.

“Mientras vivía las primeras semanas de embarazo sentí un crecimiento evidente de mis mamas, pero eso no fue lo único. Además, me apareció un bulto en la axila derecha que comenzó a molestarme. Junto al abultamiento noté un puntito café, que en su centro tenía una hendidura y que la piel de esa zona se fue oscureciendo. Con el paso del tiempo creció más. Me impresionaba tanto que tuve que dejar de usar poleras pavilos porque se veía muy fea y me daba vergüenza mostrarla. Opté por usar magas cortas. Sentía dolores leves con el roce de la ropa, el uso del sostén y las poleras ajustadas, por eso tuve que comenzar a usar ropa más holgada. Actualmente, que estoy casi al final de mi embarazo, ya no siento dolores, pero aún está ese ‘rollito’ en la axila y se mantiene de color café que no me gusta. Al consultar al médico, me dijo que era probable que tuviera tejido mamario en esa zona y por efectos hormonales se mostró en toda su expresión durante el embarazo en una mama supernumeraria, que es su nombre clínico”, cuenta Lilian Mella, matrona titulada de la Universidad de Santiago de Chile, quien quiso entregar su testimonio como una forma de ayudar a las mujeres que no saben que sufren de esta alteración.

Es extraño pero si se analiza con detención no es tan raro. “El ser humano es un mamífero y como tal, tiene varias mamas, lo que pasa es que en estado embrionario si no se produce una involución de los primordios mamarios como habitualmente sucede, aparecen las mamas supernumerarias y tejido ectópico o fuera de lugar, a nivel de las líneas lácteas”, explica el cirujano de mama de Clínica Vespucio doctor Adolfo Cruz.

Es decir, es un abultamiento que puede encontrarse en cualquier punto de la línea mamaria, que va desde el hueco axilar hacia la zona inguinal del mismo lado. “Esta línea es una marca presente desde nuestra formación fetal en la que se ubicarían las mamas y pezones, que en los humanos habitualmente son dos, pero en otros mamíferos pueden tener cuatro por lado”, complementa Lilian Mella, quien también es diplomada en Patología Mamaria y Gestión de Calidad en Ciencias de la Salud.

El doctor Cruz, añade que estas “mamas” se desarrollan entre una a dos en la zona de las axilas, aunque también aparecen debajo de la misma mama. Estas, dice, pueden ser completas con pezón, aureola y glándula o incompleta, con presencia solo del complejo areola-pezón, o solo con aumento de volumen sin pezón y con glándula que tendrá aspecto de tetilla.

Sin embargo, afirma el doctor, que no hay ningún factor de preexistencia que indique que una persona vaya a desarrollar una mama supernumeraria.

“Se ha observado que pueden haber tendencias familiares pero no está comprobado ni tampoco que hayan factores de riesgo como el consumo de tabaco, estrógenos ni de ciertos medicamentos durante el embarazo que sean los causantes de que el embrión en forma posterior las desarrolle”, declara.

No siempre se notan

“Muchas veces, sin estar embarazada, había sentido dolores en la zona axilar previo a la menstruación, eran como una ‘inflamación’ en el hueco axilar, pero los dolores se pasaban al terminar mi período”, añade Lilian Mella.

Es que si bien su formación es fetal pasarán desapercibidas en la etapa infantil, y en la pubertad empezarán a crecer pero lentamente. Pero, su etapa más explosiva y de máxima expresión será durante el embarazo, de acuerdo a lo que comenta el doctor.

De todas maneras, son poco frecuentes y más aún en hombres que son escasos. Las molestias que cause dependerán del tamaño, pero no son “peligrosas”. Lo único que estéticamente no se ven bien.

“El roce constante hace que se inflame y eso provoca un leve dolor, pero lo más incómodo y molesto es tener que buscar ropa que tape esa deformidad”, constata la matrona.

Tema aparte será el problema que se tendrá durante el período de amamantamiento, porque puede ocurrir que haya salida de secreción láctea por la glándula mamaria anexa, lo cual originaría inflamación, más molestia en la zona y manchado de la ropa exterior.

Detección a tiempo

Al detectar la presencia de un pezón o mama supernumeraria habrá que consultar de inmediato a un especialista. El único tratamiento que existe es la extirpación quirúrgica ya que no hay medicamento que la haga desaparecer.

Lo recomendable es que si se tiene una mama supernumeraria es incluirla en los exámenes de control habituales de las mamas.

La matrona Lilian Mella llama a realizar el autoexamen mamario en forma rutinaria una vez al mes, para los que aún no lo han aprendido, lo revisa: Una vez al mes y una semana posterior al término de su menstruación mirarte al espejo y observa si tus mamas tienen algún cambio de color en la piel, o zonas arrugadas, abultadas, pezones hundidos o con ulceras. Luego palpa toda la mama con movimientos circulares, incluyendo el pezón y las mamas supernumeraria, si hubiera. Enseguida, continúa, apretar el pezón en busca de salida de secreción sanguinolenta. Y por último, palpar el hueco axilar en busca de abultamientos.

“Si notas una dureza o porotito, salida de sangre o líquido por el pezón, herida en piel o pezón, piel de mama arrugada o inflamada debes consultar a médico o matrona en forma inmediata”, alerta. Y recuerda, que toda mujer desde los 40 años de edad debe hacerse una mamografía rutinaria una vez al año. “Si tienes glándula mamaria anexa deberás comentarlo a la persona que tome el examen para que pueda examinar la zona. Pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama deben comenzar su control mamográfico antes”, enseña.
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