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Mujer retrata su 'vida familiar' con marido e hija maniquíes

El proyecto, llamado “Life Once Removed”, nació con el fin de hacer una crítica social sobre los requisitos en el ámbito profesional, familiar, educacional y afectivo que ésta impone.

28 de Marzo de 2014 | 15:00 | Emol
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Suzanne Heintz junto a su "marido" en París.

www.suzanneheintz.com/
Cansada de que la catalogaran de “solterona”, Suzanne Heintz, una fotógrafa y artista plástica estadounidense, decidió convertir dos maniquíes en su marido e hija. Innumerables veces tuvo que escuchar “eres una chica tan encantadora ¿por qué no estás casada?” y para demostrar lo contrario, se retrató a ella con su nueva familia en las celebraciones y actividades típicas de su país como el Día de Acción de Gracias, Navidad, ir a la lavandería o jugar con nieve.

Según explica Heintz en su página web, la idea del proyecto fotográfico surgió un día mientras hablaba con su madre. “Suzy, no hay nadie perfecto. Sólo necesitas elegir a alguien si pretendes sentar cabeza”, le dijo su madre. A lo que ella le respondió: “Mamá, no puedo salir a la calle y comprarme una familia. Eso no es posible”.

Fue ahí cuando se dio cuenta de que sí era posible: comprándose una familia de maniquíes.

Así, comenzó su proyecto llamado “Life Once Removed” (La vida una vez cambiada) con el fin de retratar los momentos “más felices” de su vida junto a su familia de plástico. Y de paso, lanzar una crítica a las expectativas que la sociedad impone en nosotros.

Este plan empezó hace más de una década, primero en su propia casa y luego durante diversos viajes como a París, fotografiándose junto a la Torre Eiffel, en cafés y tomando vino junto a su marido en un parque con los hermosos paisajes que la ciudad entrega.

También tuvo una sesión donde pretendía hacer una sátira de las postales familiares que la gente envía cada año a la televisión y que son una tradición en Estados Unidos, como en Día de Acción de Gracias, Navidad y Año Nuevo.

Pero la primera vez que Heintz sacó a su familia a la calle se dio cuenta del potencial de tomar las fotografías en público ya que la gente al pasar se quedaba sorprendida pensando que era una de esas personas con una extraña obsesión que figuran en la televisión por cable.

Su crítica

La artista cree que usar la sorpresa junto al humor hace que el mensaje se transmita mejor, es por eso que hace esto medio en broma, medio en serio, según explica en su página web.

La neoyorkina, criada bajo fundamentos mormones, señaló que lo que la sociedad impone para que una mujer tenga una vida “plena”, tienen que cumplirse una serie de requisitos en el ámbito profesional, familiar, educacional y afectivo.

Pero su propósito es que la gente sea abierta de mente y deje de depender de las ideas desfasadas sobre lo que se supone es una “vida exitosa”.

El haber sido educada como mormona le causó un gran impacto, dándole una experiencia de primera mano de lo que es la idealización de la familia y del rol de las mujeres como madres y amas de casa. Por ello fue que recurrió a la ironía: “Hace más fácil que una obra de arte sea aceptada y no sea percibida como una simple crítica social”, aseguró.

“Para muy poca gente la vida acaba siendo como uno esperaba y a los que sí les sucede eso, lo que esperaban no es lo que pensaban que era”, indicó la artista.

Finalmente, ella anhela “que la gente acepte con entusiasmo la vida por lo que ésta ha hecho de nosotros, con o sin marido, títulos académicos o cualquier otra cosa que se espere de antemano”.
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