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Insólito proyecto: fotógrafo retrata los rostros de personas al recibir una descarga eléctrica

Patrick Hall captó emociones de las más diversas, desde dolor extremo hasta placer.

28 de Agosto de 2014 | 10:53 | Emol
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Al parecer, los temas para realizar un proyecto fotográfico son ilimitados. Se han hecho para mostrar cómo son los cuerpos reales, apoyar a quienes padecen enfermedades, generar consciencia sobre los daños del sol en la piel o mostrar qué ocurriría si los rostros fueran simétricos. Y siguiendo con esta tendencia, ahora el fotógrafo Patrick Hall se las arregló para convencer a 100 personas para que participaran en una nueva iniciativa: retratar sus rostros en el momento exacto en que reciben una descarga eléctrica.

"Como un fotógrafo de retratos siempre estoy intentando hacer que las personas se sientan cómodas frente a mi cámara, de manera que pueda captar la verdadera emoción en ellos. Pero, ¿y si era capaz de hacer que la gente se sintiera tan incómoda frente a la cámara, que me garantizara un retrato interesante cada vez?", publicó Hall a Fstoppers -una comunidad online que fundó en 2010- al explicar cómo surgió la idea de su insólito proyecto al que bautizó como Taser Photoshoot.

Así, el fotógrafo reclutó a los voluntarios que estuvieran dispuestos a recibir un shock de 300 mil voltios a través de una pistola eléctrica. Lo interesante, eso sí, es que el aparato sería manipulado por un amigo o la pareja de quien recibiera la descarga.

"Las emociones de ambos lados fueron muy entretenidas de observar (…) La persona que recibía la descarga casi siempre estaba nerviosa, ya sea con una sensación de miedo o ansiedad", señaló.

En tanto -agregó Hall-, quienes infligían la descarga se mostraban emocionados de provocar dolor, pero manifestaban remordimiento inmediatamente después de hacerlo.

El fotógrafo además grabó las sesiones, para luego editarlas y crear tres videos, uno en cámara lenta, una versión extendida y otro con escenas detrás de las cámaras.

Respecto al resultado, Hall sostuvo que lo que le pareció más interesante fueron las variadas reacciones que tuvieron las personas que recibieron las descargas.

"Algunas personas gritaban, mientras otras permanecían en silencio. Unas pocas parecían estar sintiendo placer, en tanto otras tenían las caras más dolorosas que he visto (…) Incluso hubo cuatro o cinco personas que no reaccionaron en absoluto", relató.
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