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Cortometraje plasma el difícil momento del paso de una niña a mujer

En "Seashells", Valentina -de unos 9 años- se siente abrumada por la realidad de que pronto dejará de ser una niña.

26 de Junio de 2015 | 10:43 | Emol
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"Seashells"
Darse cuenta de que los hijos crecen, es difícil para cualquier padre. Pero pocas veces los adultos se ponen en los zapatos de los niños, y desconocen lo que ellos sienten cuando comienzan a percatarse de que están creciendo y sus cuerpos están cambiando.

Es precisamente éste tema el que aborda "Seashells" ("Conchas de mar"), un cortometraje de la artista visual Natalie Neal que cuenta la historia de una preadolescente abrumada por la realidad de que pronto dejará de ser una niña.

Valentina es una niña de unos 9 años que hace cosas propias de su edad: estar con sus amigas, jugar con barbies y escuchar música, específicamente las Spice Girls (la cinta está ambientada a fines de los '90 o comienzos de 2000). Un día se recuesta sobre el duro piso de madera de su habitación y siente una pequeña molestia en su pecho. Esa noche, conversando con su mamá, se lo plantea.

"Tengo una contusión aquí", le dice mientras se toca el lado derecho de su pecho. "¿Estás segura de que es una contusión o sólo te duele?", le pregunta su mamá. "Sólo duele", responde la niña.

Entonces, la madre de Valentina la observa con ojos de ternura y le hace una pregunta que parece aterrorizar a la niña: "¿Quieres empezar a usar un sostén?". "¡No, no necesito uno!", contesta Valentina con los ojos llenos de lágrimas.

Su madre le explica que está bien, que incluso es emocionante y que es el primer cambio que le ocurrirá en el camino para convertirse en una mujer. Pero las palabras no la convencen y Valentina queda llorando desconsoladamente.

Al día siguiente, la niña regresa del colegio y encuentra sobre su cama dos sostenes. Los mira con enojo, los lanza al suelo, y se tira sobre su cama gritando y llorando.

En la escena siguiente, Valentina juega con una barbie sirena y de pronto se queda mirándola con detención. En ese momento se percata de que la muñeca tiene busto, lo que la convence para probarse uno de los sostenes regalados por su madre.

La niña se para frente al espejo, se observa unos segundos y comienza a bailar con una canción de las Spice Girls. Se alegra, se mueve con ganas, salta sobre su cama y vuelve a ponerse la polera, esta vez con el sostén debajo. Incluso, usa calcetines para rellenarlos.

El cortometraje, que dura sólo nueve minutos, termina con la imagen de Velentina mirándose fijamente en el espejo, como si poco a poco aceptara su nueva realidad.

En una entrevista con Dazed Digital, Natalie Neal reconoció que la cinta está inspirada en su propia experiencia, pero que para que se sintiera auténtica habló con sus hermanas, amigas y otras mujeres respecto a cómo se sintieron en su paso de niña a mujer.

"Tenía diez cuando mi mamá me dijo por primera vez que necesitaba un sostén y la experiencia fue totalmente traumática para mí. De todos mis recuerdos, éste es el más antiguo que tengo de lo que significa luchar por satisfacer las demandas poco razonables que la sociedad tenía para mí", explicó.  
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